A cuatro meses de arrancar su gestión, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares, advierte que una de las más grandes corrupciones que hay en el organismo es la subvaluación, subestimación y subpago de cuotas obrero-patronales.
Tras declararse convencido de que un abogado sí puede estar al frente del IMSS, en entrevista con EL UNIVERSAL sostiene que este problema no se compara a la compra de medicina, “que también es corrupción”, pero, asegura, el tema de las cuotas “es infinitamente más grande”.
“A eso vine, a cobrar para revertir lo que está mal en el IMSS. No cobrar lo justo impacta en las listas de espera, en los pasillos llenos, en atender a la gente vergonzosamente en los pasillos, impacta en Tlalnepantla, en los cuneros de Culiacán, en todos los hospitales de Cuautla, Puebla, en la Clínica 25, en la de Troncoso y Ecatepec que no están de pie”.
En su oficina, Martínez Cázares tiene una pintura de José María Morelos y Pavón en el lugar que antes ocupaba la imagen del Presidente de la República en turno; en ese espacio de trabajo enfatizó que no importa el superávit financiero que tiene el Seguro Social si hay hospitales en ruinas.
“No tenemos un problema de fondeo, es de administración, de operación, de gasto inmediato, en ese sentido hay un superávit, pero hay hospitales en ruinas, hay listas de espera de trasplante, de hemodiálisis y cirugías, no pueden seguir esas listas de espera criminales”.
Con firmeza, el director del IMSS dijo que negociará con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) el Contrato Colectivo de Trabajo, pero advierte que él también tiene peticiones para los empleados; una de sus prioridades es que haya hospitales de tiempo completo.
“Vamos por hospitales de tiempo completo, esa será una de mis peticiones a la hora de negociar con la mayoría que está integrada al SNTSS, también exigiré que se redoblen esfuerzos para reducir las quejas de la CNDH y, finalmente, que los trabajadores que tienen contacto con la gente dejen de ser orientadores para convertirse en gestores y realmente ayuden al derechohabiente”, dijo.
Sobre el Instituto de Salud para el Bienestar, que absorberá el programa IMSS Bienestar, comentó que el instituto no se va a desligar del “programa prioritario del presidente Andrés Manuel López Obrador, vamos a convenir con el instituto, a trabajar juntos, pero con el estilo IMSS, con la mística IMSS para alcanzar la universalización de los servicios de salud”.
En cuanto a lo dicho por Adriana Montiel, subsecretaría de Bienestar, de que el instituto deberá otorgar un vale de mil 650 pesos a las madres aseguradas que no alcancen lugar en una estancia infantil, Martínez Cázares mencionó que es algo que se debe revisar, pero enfatiza en que no ampliará la cobertura de las guarderías del IMSS, porque no piensa “poner en riesgo” a los menores de edad.
Para el funcionario el tema de sobrepeso, obesidad y diabetes es una prioridad. Lamentó que a dos años de que se puso en marcha en Monterrey un modelo de prevención, no se tengan resultados; adelantó que durante su gestión la estrategia será prevenir a través de la educación.
Se comprometió a avanzar en la reconstrucción de los hospitales dañados tras los sismos de 2017. “Hubo un trámite engorroso, porque los edificios estaban asegurados, pasamos ese obstáculo y vamos a empezar porque en este año queden las [áreas de] urgencias habilitadas en las unidades dañadas en Morelos, Puebla y Edoméx”.
A cuatro meses de iniciar su gestión como director del IMSS, ¿cuáles son las mayores irregularidades que ha encontrado?
—La más grave es la subvaluación, subestimación y subpago de cuotas obrero-patronales, es de las más grandes corrupciones que se tienen, pero frente a algunas compras de medicina, que también es corrupción, no se compara, es infinitamente más grande.
Lo que se debe pagar en justicia al IMSS no se está pagando y estamos haciendo un esfuerzo grande de recaudación de cuotas.
¿Cuántas empresas hacen esta práctica y a cuánto ascienden los daños al IMSS?
—Sí tengo cifras y no las digo porque estoy en proceso de investigación, pero aquí está gran parte del problema de las listas de espera, de los hospitales atiborrados de gente esperando en salas y pasillos, gran parte de la explicación está en que no se han cobrado las cuotas que deben cobrarse, las que por ley corresponden.
¿Cómo lo va a revertir?
—Cobrando cuotas, a eso vine, eso hace un abogado en el IMSS y para administrar eficientemente los recursos con criterios de austeridad, sin corrupción. Vine a cobrar para revertir lo que está mal en el IMSS. No cobrar lo justo impacta en las listas de espera, en los pasillos llenos, en atender a la gente vergonzosamente en los pasillos, impacta en Tlalnepantla, en los cuneros de Culiacán, en todos los hospitales de Cuautla, Puebla, en la Clínica 25, en la de Troncoso y Ecatepec, que no están de pie porque no hay un cobro correcto de las cuotas.
En cuanto a las negociaciones contractuales, ¿de qué manera negociará Germán Martínez?
—Tendré una relación justa y correcta con el sindicato. Hay un pliego petitorio de los trabajadores y nosotros tenemos peticiones que tienen que ver con un IMSS más cercano, transparente, eficiente y que camine, como lo ha ordenado el presidente de la República, hacia un sistema único de salud.
En la negociación vamos por hospitales de tiempo completo, por que se redoblen esfuerzos para reducir las quejas de la CNDH y para que los trabajadores que tienen contacto con la gente dejen de ser orientadores para convertirse en gestores y realmente ayuden al derechohabiente.
No puede haber pasillos llenos y quirófanos y consultorios vacíos, ahí se centra mi preocupación para la negociación, estoy listo para un diálogo laboral productivo, tranquilo y que sea pensando en los beneficiarios, en nadie más que en ellos. Debo aclarar que voy a dialogar con todos los trabajadores, pero negociaré con quien tiene la titularidad del SNTSS, a cargo de Arturo Olivares, quien ha sido franco y leal con el instituto.
¿Qué papel tendrá el instituto en la operación del IMSS Bienestar, que pasa a manos del Instituto de Salud para el Bienestar?
—El IMSS no se va a desligar del programa prioritario del presidente Andrés Manuel López Obrador, vamos a convenir con el nuevo instituto, trabajar juntos, pero con el estilo IMSS, con la mística IMSS para alcanzar la universalización de los servicios de salud. Nuestras 4 mil unidades médicas están listas y nuestros 80 hospitales de segundo nivel, donde se atiende a la población rural, fundamentalmente, además de las jornadas quirúrgicas.
Vamos a firmar un convenio, porque aquí hay personal del IMSS, 25 mil trabajadores, hay patrimonio y mobiliario del IMSS ordinario, estimo en 5 mil millones el gasto del instituto ordinario en el programa IMSS Bienestar. Hay que enfatizar que este instituto nace porque el Seguro Popular no es seguro ni es popular, contrario al IMSS Bienestar, que sí da bienestar. Estamos encantados de colaborar, animamos al nuevo instituto que nacerá en unos estados, es poco a poco, nosotros estamos atentos a eso, en el resto de las entidades seguimos con IMSS Bienestar, que se alimenta de recursos públicos, 12 mil millones de pesos que nos dio la Federación.
A su llegada al instituto se dijo que había viabilidad financiera, ¿ésta es suficiente?
—Lo he dicho: en materia de pensiones tenemos garantizados los próximos años, no hay ese problema de sustentabilidad. No tenemos un problema de fondeo, tenemos un problema de administración, de operación, de gasto inmediato, en ese sentido hay un superávit, pero hay hospitales en ruinas, hay superávit, pero hay listas de espera de trasplante, de hemodiálisis y cirugías, no pueden seguir esas listas de espera criminales.
¿Qué avances hay en la reconstrucción de los hospitales afectados por los sismos de 2017?
—El proceso fue tortuoso y largo por los cobros del pago de los seguros, nuestros edificios están asegurados, fue un proceso engorroso, pero vamos a empezar la demolición de los hospitales para reconstruirlos, algunos a partir de cero. Por ejemplo, la Clínica 25, esa es icónica y me da mucha pena que se mantenga así, yo quería dinamitarla, pero no se puede por razones de seguridad.
Ya son dos años, no es posible, pero vamos a empezar para que este año queden las [áreas de] urgencias habilitadas en unidades médicas de estados afectados como Morelos, Puebla, Estado de México y que quede demolida la unidad de convalecientes de Centro Médico Siglo XXI, que resultó dañada por el terremoto, pero el de 1985.
La subsecretaria de Bienestar dijo que el IMSS tendría que dar un vale de mil 650 pesos a madres aseguradas que no alcanzarán lugar en una de sus guarderías, ¿es viable dar este recurso?
—Es algo que tengo que revisar, pero quiero ser claro, no voy a ampliar la cobertura de las estancias infantiles del IMSS, porque no puedo poner en riesgo a los niños.
No pondré en riesgo a ninguno de ellos, no aceptaré ni uno más, porque nos los dan a guardar, a cuidar, y lo importante es su seguridad. Sí hay recursos en el apartado de estancias, pero lo importante, con vale o sin vale, es garantizar su seguridad, hay que tener cuidado después de lo que ha pasado.
¿Qué estrategia implementará para combatir la diabetes, sobrepeso y obesidad?, ¿dará continuidad al modelo preventivo que inició operaciones en Monterrey?
—Lo voy a decir: de ese programa no hay resultados, entonces vamos a promover la prevención a partir de la educación, crear una cultura en las familias para que cuiden su alimentación, nos vamos a enfocar en una atención preventiva y no curativa, porque si no, no habrá dinero que alcance para tratar diabetes o las hemodiálisis, por ejemplo.
¿Y para mejorar la calidez en la atención qué implementará?
—Tenemos una nueva unidad de vinculación para monitorear el cumplimiento de los programas del instituto, una prioridad es saber si se cumple con la calidez necesaria. Vamos por un IMSS más incluyente, que tiene que ver con la atención preventiva que busque anticiparse a la enfermedad y no la curación, un IMSS cercano a los más desfavorecidos.
Lo reitero, no queremos en las ventanillas orientadores, queremos que gestionen, que ayuden a resolver un trámite, un problema, que entendamos el dolor de los derechohabientes, eso es lo fundamental para mejorar.
De las farmacéuticas que vetó el Presidente, ¿el IMSS tiene contratos con alguna de éstas?
—Creo que sí, pero algunos están desde el año pasado, hay que recordar que la directriz es para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, yo sólo voy a requerir, a mí no me importa a quién le compran, sino que me den la sustancia. Lo que sí estamos haciendo en el instituto es investigar a todos los proveedores del IMSS para ver si están cubriendo sus cuotas obrero-patronales, no puede ser posible que el mayor proveedor sólo tenga un empleado asegurado por el instituto.
La Secretaría de Salud recién anunció que el IMSS apoyará con la aplicación de pruebas de tamiz a bebés en seis entidades, ¿el instituto cuenta con la cobertura suficiente?
—Tenemos una reserva de pruebas, de medicinas, material de curación y de manera solidaria estamos listos para apoyar a la Secretaría de Salud, pero siempre pensando en nuestros derechohabientes, es nuestra obligación y con gusto ayudamos de manera subsidiaria al sector Salud en tamiz, vacunas, en lo que tengamos, pero no pondremos en riesgo a nuestros asegurados.
¿Cuántos trabajadores y trabajadoras del hogar se han inscrito al programa piloto?
—En 15 días van cerca de mil 500, es un mes muy atípico, no es buen mes para medir eso por las vacaciones de Semana Santa, sinceramente, y el esfuerzo lo vamos a ir haciendo constante, por 18 meses, no es de un arrancón el primer mes, sino mantener constante la campaña para promover esto que es, en materia de justicia, una de las tareas más nobles que tiene ahorita el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Hay que ver cuántas trabajadoras se afilian, hay que medir el piloto, evaluarlo como debe ser, la verdad es que va bien, estoy contento y orgulloso de este avance que yo califico de modesto, pero en este mes, en Semana Santa, no podría ser de otra manera.