El legado musical, militar y patriótico de estos tecamaquenses sigue vivo como testimonio de identidad y orgullo para las nuevas generaciones
A lo largo de 200 años de Tecámac, varios personajes se han destacado por ser parte de la historia del municipio, sus logros y contribución a su desarrollo han marcado diferentes épocas y su huella perdura en estas tierras.
El municipio del nororiente del Estado de México, que en este 2025 conmemora su bicentenario, ha sido testigo de la obra del ilustre compositor Felipe Villanueva, que a la postre se incluyó su nombre desde el año 1944, para denominarse Tecámac de Felipe Villanueva.
También se rememora al general Antonio Serna, líder zapatista de la región; al integrante del Escuadrón 201, el cabo enfermero oriundo de Ozumbilla, Higinio Monroy Alvarado, y al creador del escudo municipal, Nemesio Romero Rodríguez, de San Jerónimo Xonacahuacan, entre otros.
Germán Estévez López, de San Pedro Atzompa, y presidente municipal durante 1961-1963, es quien gestionó la energía eléctrica en su comunidad. Durante su administración se inauguró el palacio municipal el día 24 de agosto de 1962, a la que asistió el presidente de la República, Adolfo López Mateos.
Con la instauración de las preseas al Mérito Civil Municipal en el 2019, se incluyó la categoría al “Servicio Público Municipal, Don Germán Estévez López”.
Sin duda, Villanueva Gutiérrez es un notable personaje tecamaquense, cuyos restos se encuentran en la rotonda de Personas Ilustres, en el Panteón Dolores de la Ciudad de México.
Fue un compositor que destacó con las obras de vals poético, pieza que lo inmortalizó, vals amor, sueño dorado, lamento e innumerables mazurcas, polkas y danzas. Fue precursor del nacionalismo musical y una figura sobresaliente del Romanticismo Mexicano. Murió el 28 de mayo de 1893.
El general Antonio Serna Alvarado ocupa también su lugar en la historia del municipio, por su liderazgo como zapatista en la región, y quien estuvo en el encuentro con varios caudillos de los Reyes Acozac, San Pedro, Ozumbilla, Tecámac y Temascalapa, donde también estuvo presente Genovevo de la O, mano derecha de Emiliano Zapata.
En la actualidad el pueblo de San Jerónimo Xonacahuacan conserva la leyenda del General Antonio Serna, como uno de los revolucionarios más apegados al gran caudillo revolucionario. Fue fusilado en Chalco, junto con ocho de sus seguidores, en la misma fecha que Zapata, pero cinco años antes.
La historia de Higinio Monroy, integrante del Escuadrón 201, cabo enfermero ozumbillense, es peculiar por participación en la liberación de las Islas Filipinas durante la segunda Guerra Mundial. Nació el 11 de enero de 1922 y falleció el 7 de marzo de 1977. Por Decreto Presidencial en 1945 recibió el grado de Sargento Segundo y recibió una condecoración de la República de Filipinas.
Nemesio Romero Rodríguez, originario de San Jerónimo Xonacahuacan, fue el creador del escudo municipal de Tecámac, plasmó los elementos más destacados que definen la historia, cultura y gobierno del municipio.