Por Antonio Ortiz Vázquez, Presidente de Forjadores de México A.C.
El nuevo liderazgo, el que permanece a través de todos los tiempos y hoy tiene mayor vigencia, es el que catapulta la productividad y habilidades de los otros. Es el que permite mejor desempeño, realización y felicidad en los equipos de trabajo. No es utopía: es preservar la creatividad e incrementar compromiso y productividad.
Diversos estudios muestran resultados consistentes sobre las acciones que impulsan el mejor desempeño de nuestros colaboradores en la oficina, colegio, iglesia, hogar y sociedad. Estas son las diez acciones cruciales:
1. Lograr que las personas se sientan bien consigo mismas. Para ello se debe mantener el equilibrio entre los resultados y la satisfacción humana es primordial para el desempeño en el trabajo. Cuando no se tiene una labor destacada, resultará difícil vivir entusiasmados consigo mismos y con la organización en la que trabajan.
2. Establecer un sistema efectivo de gestión del desempeño. Éste consta de tres partes: planificación, coaching diario y evaluación. Conviene asignar adecuadamente los objetivos.
3. Planificar. Cuando se establecen los objetivos que cada empleado debe cumplir, deben fijarse los estándares sobre los que se medirá el desempeño. Esto evitará la evaluación puramente subjetiva.
4. Coaching diario. El contacto permanente con los colaboradores permite conocer el estado actual del cumplimiento.
5. Generar confianza. Los líderes en quienes confían sus empleados se encuentran en una mejor posición para aumentar la productividad, creatividad y lealtad en sus empresas.
6. Redireccionar. Esto ayuda a recuperar el nivel de desempeño perdido. Es reaccionar en tiempo real y estar atentos a los avances de los objetivos para evitar errores y malos resultados. La clave es anticipar y generar planes alternos de cumplimento.
7. Reprobar con elegancia. Esto implica recordar el buen desempeño anterior. Estas amonestaciones deben efectuarse únicamente con los trabajadores competentes. Si son principiantes conviene más recurrir a la redirección.
8. Coherencia. Las revisiones del desempeño deben guardar relación con la evaluación final.
9. Aprender, enseñar y liderar. Esa es la misión del líder. Esto determina el crecimiento continuo y la mejora de acciones y decisiones en todo el equipo de trabajo.
10. Visión. Cuando se tienen metas cada vez más altas y se comparten con el equipo de trabajo, existe una tendencia natural a perfeccionar el desempeño e impulsar la productividad del equipo de trabajo. Los líderes exitosos saben visualizar realidades más promisorias de soluciones y riqueza para todos.
Además de todo esto conviene celebrar los triunfos. El alto en el camino para hacer consciente a todo un equipo de los avances logrados catapulta el éxito de personas y organizaciones que adoptan los triunfos como parte natural del trabajo y su desempeño.
En un momento en el que la pandemia obstaculizó muchas cosas y perdimos muchas otras, incluso seres queridos, es muy importante rescatar el espíritu de realización y logro y convertir el trabajo en un sentido de vida para cada uno de los miembros del equipo.
Forjar México, como generar otra misión loable, implica construir el liderazgo desde una visión de servicio continúa, como una labor trascendente y nunca acabada.