Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista
A medida que los llamados al cambio social se hacen más fuertes, las corporaciones que se mantienen en silencio corren el riesgo de que sus clientes e incluso empleados y otros públicos internos los desestimen.
Pero ¿qué hay con los activistas? La acción colectiva contra las corporaciones a menudo funciona y se obtiene algún tipo de concesión de la empresa el 25% de las veces.
El poder de los activistas no reside en boicotear a una empresa, ese es un objetivo difícil de conseguir, aún entre quienes verbalizan apoyo a determinada causa. El poder de la acción colectiva proviene de poner el foco en las acciones u omisiones de una compañía en particular.
Las protestas son una especie de señal de información que hace que la gente preste atención a un problema, o tal vez lo replantee y hace que los inversores, responsables políticos, ejecutivos y público en general examinen esa organización de una manera diferente.
Esta focalización puede hacer que los inversores analicen los problemas potenciales y los riesgos a largo plazo dentro de una empresa. Ahora, las protestas también tienen un costo financiero. En promedio, aparece una caída del 1% en el precio de las acciones dentro de un período de 26 días después de una protesta dirigida a esa compañía.
El grado de perjuicio a la empresa está correlacionado con la cobertura de los medios. Las empresas que habían recibido mucha cobertura antes de una protesta no veían un gran declive. Esto se debe a que las protestas no son tan efectivas para generar información si ya hay mucha por ahí para que el público la vea.
Sin embargo, las protestas pueden crean una amenaza para la reputación más amplia de una empresa, lo que podría poner en peligro las relaciones de la compañía tanto con los clientes como con sus propios empleados.
Ahora, dado que las protestas representan un riesgo para las corporaciones, éstas deben emitir una declaración pública de apoyo hasta llevar a los activistas a discusiones de la compañía. Cada uno viene con su propio conjunto de riesgos y recompensas potenciales.
En general, es conveniente generar la declaración e inmediatamente genera acciones contundentes al respecto. Hechos que avalen palabras. Pero la acción más significativa que una empresa puede tomar es dar la bienvenida a los activistas en las discusiones de la empresa
Por otra parte, se ha visto cada vez más difundido el hecho de que los directores de las empresas emiten juicios sobre temas que no atañen directamente a su sector productivo. La razón principal de este tipo de activismo es que las empresas sienten que esto es algo que sus empleados quieren.
Esta tendencia de empresa holística y conectada con la sociedad, aumentará a medida que más de empleados pertenezcan a las generaciones millennials y Z, que tienden a ser más activos políticamente y más dispuestos a dejar trabajos que no se alinean con sus valores. En suma: los activistas cuentan.