Por Jorge Manrique*
Los retos a los que se enfrentaban las pymes hace unos años se intensifican a medida que el mundo cambia. La digitalización marca nuevas pautas de trabajo y las pymes corren riesgos de rezagarse.
El cambio a lo digital persiste en todos los países y categorías, ya que los consumidores de la mayor parte del mundo interactúan menos con los minoristas fuera del hogar.
Si bien este crecimiento genera beneficios, estos se acumulan de manera desproporcionada en las empresas más grandes que capturan del 60 al 95% de los ingresos digitales. Las soluciones digitales a menudo están diseñadas para grandes empresas y son difíciles de customizar para las pymes.
Por otra parte, varios estudios revelan que las pymes necesitan internacionalizarse para crecer. Pero, a diferencia de las grandes empresas, muchas pymes no tienen los recursos para realizar una investigación de mercado exhaustiva antes de expandirse a nuevos mercados, sino que buscan oportunidades y crecen solo marginalmente.
Aunado a esto, muchos gobiernos intensifican sus esfuerzos para descarbonizar. Sin embargo, más del 40 por ciento de las pymes en las economías desarrolladas carece de un plan de sostenibilidad, y el 30 por ciento no tiene la intención de hacerlo.
Llegamos a una carencia crucial de las pymes: La falta de los talentos y las capacidades adecuadas impiden a las pymes gestionar todos los desafíos a los que se enfrentan.
La falta de los talentos y las capacidades adecuadas frustran la capacidad de las pymes para hacer frente a todos los desafíos mencionados.
De hecho, las pymes tienden a tener dificultades para adquirir talento digital y de tecnologías altamente disruptivas como la Inteligencia Artificial. Incluso, en muchas economías emergentes se carece de las habilidades digitales para adoptar con éxito las nuevas tecnologías.
En cuanto a la lucha por expandirse internacionalmente, hay problemas para atraer el talento adecuado, recursos financieros limitados y falta de familiaridad con el entorno regulatorio en el extranjero. Asimismo, la falta de experiencia interna puede inhibir los esfuerzos de descarbonización de las pymes.
Las pymes también tienden a tener departamentos de investigación y desarrollo más pequeños que las empresas más grandes y funciones financieras que se centran más en la contabilidad que en la estrategia, lo que puede dificultar su crecimiento. Ya no.
La inversión en capacitación se considera una decisión afortunada y crucial para permitir a las pymes sostenerse y crecer. Si rastreamos la raíz de las grandes encrucijadas que enfrentan las pymes de distintos sectores a nivel mundial, la ignorancia y desconocimiento de cómo operar son comunes.
Las pymes deben regresar a las aulas. Dotarse de los conocimientos formales que les permitirán sortear desafíos y problemas futuros no puede soslayarse. Ya no.
*Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas