GOBIERNO DE CALIDAD / Traspasar fronteras, imperativos y riesgos

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Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y Director general de Gobierno de Calidad, Consultoría de Políticas Públicas.

Las universidades necesitan asociaciones internacionales para avanzar en el conocimiento, pero también deben estar alertas a los riesgos involucrados.

No se trata de retirarse a silos de la cultura académica nacional, pero sí analizar decisiones que serían negativas para la colaboración académica internacional.

Uno de los riesgos de las universidades es la seguridad física básica de los estudiantes e investigadores. Así, en los centros de enseñanza e instituciones tenemos que preguntarnos cómo gestionamos las relaciones cuando la asociación se basa en valores muy diferentes. También existe la posibilidad de robo o uso hostil de la propiedad intelectual, o de obtener acceso a datos sensibles a la seguridad. Este es claramente un tema que preocupa mucho a los gobiernos en todo el mundo.

Tales riesgos potenciales no implican que no podemos colaborar, sino que tiene que haber vallas alrededor de ciertas áreas de colaboración, para que no nos metamos en circunstancias perjudiciales.

Así, en las universidades tenemos que ser claros tanto con los actores políticos y públicos, como con los medios de comunicación, de que no somos ingenuos y que pensamos muy detenidamente sobre estas cuestiones. Más que imponer cautela, debemos avanzar con certidumbre en las alianzas estratégicas que establezcamos con otras instituciones.

Así, debe desarrollarse una cultura más alfabetizada en riesgos en las universidades. Muchas asociaciones se discuten a nivel de departamentos, o incluso de profesores o investigadores individuales. Tenemos el deber de ayudar a nuestros colegas a comprender que existen riesgos reales y que tienen que atenderlos.

Asimismo, debemos considerar que las empresas también son actores globales cada vez más poderosos, que controlan la circulación de datos y conocimiento…

Sin embargo, debe subrayarse que colaboramos porque es esencial para la creación de conocimiento. Hay tantas áreas que no se pueden abordar, incluso incluyendo el descubrimiento científico fundamental, si no se tiene una colaboración internacional adecuada.

Por ejemplo, las universidades tienen un papel fundamental que desempeñar para ayudar a crear sociedades resilientes y sostenibles. A nivel universitario trabajamos juntos y compartimos conocimiento rápidamente. Ese tipo de colaboración es crucial para generar resiliencia social en relación con la pandemia.

Las universidades también influyen en la sostenibilidad como inversores. Ahora hay mucha más expectativa de que seremos actores sociales activos en relación con la sostenibilidad. No basta con declarar las cosas, cada vez se nos va a pedir que mostremos, a través de nuestras propias acciones, cómo promovemos la sostenibilidad.