Un estudio apunta a que los culpables serían el desacato de la cuarentena obligatoria y las largas filas en bancos para cobrar ayudas del gobierno
El 93 por ciento de la población de Iquitos (Perú), la segunda mayor ciudad de la Amazonía, después de Manaos (Brasil), y por tanto la principal peruana, y uno de los epicentros de la pandemia en Latinoamérica, puede haberse contagiado de la COVID-19, según afirmó este martes el jefe de la Dirección Regional de Salud, Carlos Calampa, con base en un estudio.
De acuerdo con un estudio de prevalencia de la enfermedad con 715 pruebas rápidas, nueve de cada diez presentaban anticuerpos para virus SARS-CoV-2, lo que extrapolado a toda la ciudad puede alcanzar a unos 384 mil personas, de los 413 mil habitantes que tiene Iquitos, capital de la región Loreto.
El 71 por ciento de los casos encontrados ya había superado la infección, mientras que un 22 por ciento todavía tiene el coronavirus en su organismo, por lo que son una fuente de contagio para los pocos que aún no se han visto aparentemente afectados en la ciudad.
“Estamos todos sorprendidos. No esperábamos este resultado y lo estamos publicando porque nos llama la atención que haya tanta población infectada”, comentó Calampa.
La investigación consistió en hacer pruebas rápidas al azar del 13 al 18 de julio último en todos los distritos de la ciudad de Iquitos.
Los datos presentados en esta investigación pueden explicar por qué los casos de COVID-19 comenzaron a remitir rápidamente en Iquitos a partir de junio, pues con este estudio se estima que la gran mayoría de la población ha vencido ya al coronavirus.
CULPABLES: DESACATO Y NECESIDAD
Los contagios proliferaron por el desacato generalizado de la población de Iquitos a la estricta cuarentena decretada a nivel nacional en mediados de marzo pero también por las largas filas y aglomeraciones que se dieron en las oficinas bancarias para cobrar las ayudas estatales que el gobierno dio durante el confinamiento.
Las morgues de los hospitales también colapsaron y en redes sociales se hicieron virales imágenes de cadáveres apilados en bolsas de basura.
También hubo momentos de desesperación cuando la escasez de oxígeno llevó a que en el mercado negro se vendieran cilindros de 10 metros cúbicos, cuya duración es de apenas un día, a 6 mil soles (unos mil 700 dólares).