Hay desaceleración y es normal, aseguran expertos

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Ejecutivos de Citibanamex y Banorte coincidieron en su diagnóstico sobre la economía mexicana: no hay recesión. La desaceleración, dijeron, es normal como en cada inicio de administración.

“No estamos en una recesión”, respondió contundente Alberto Gómez Alcalá, director corporativo de desarrollo institucional de Citibanamex, la entidad que el miércoles recortó de 0.9 por ciento a 0.2 por ciento la expectativa de crecimiento económico para este año, el pronóstico más pesimista hasta ahora.

Para que haya una recesión “debe de haber caída generalizada y continua de la actividad económica”. En el sector construcción y en el petrolero hay una caída fuerte, pero las exportaciones van bien y ganamos participación de mercado, argumentó el directivo.

Lo que en este momento hay son “choques externos” que podrían provocar una crisis. México no tiene un desbalance macro, y el déficit de cuenta corriente es moderado y financiable”.

Sin embargo, dijo que se debe poner atención a las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que pronostica una desaceleración en regiones económicas que pueden afectar la inversión y la aplicación de medidas proteccionistas a nivel comercial.

A nivel local, Alberto Gómez apuntó que no se esperaba el comportamiento actual del PIB, que en el primer trimestre cayó 0.2 por ciento respecto al cuarto trimestre de 2018. Pensábamos que la inversión, la generación de empleos y la producción industrial tendrían otro comportamiento, pero hay datos adversos.

Aun así, Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex expresó que hay confianza en México y oportunidades de desarrollo en el exterior. “Hay un movimiento de cadenas productivas con fuentes de trabajo en Asia y derivado de los reacomodos globales van a buscar exportar a Estados Unidos y América y piensan reubicarse en nuestro continente, esas inversiones debemos perseguirlas”.

En otra conferencia, también para presentar resultados trimestrales, Marcos Ramírez, director general de Banorte y Gabriel Casillas, economista en jefe del grupo financiero descartaron condiciones recesivas en la economía.

Gabriel Casillas consideró que aun cuando el crecimiento del PIB en el segundo trimestre sea negativo (el dato lo dará a conocer el Inegi el próximo miércoles), y después de un dato también negativo en el periodo enero-marzo, el dato que se espera sería cercano a cero.

Si se voltean a ver factores como el empleo y el consumo, estos no están en recesión, agregó.

En los primeros semestres de inicio de cada sexenio se registra una desaceleración de la economía, en lo que vuelve a arrancar la inversión tanto pública como privada, pero después se reactiva conforme avanza el sexenio.

Igual que otros organismos y grupos financieros, Banorte bajó de 1.5 por ciento a 0.8 por ciento su expectativa de expansión para la economía mexicana. Este ajuste, explicó Casillas, tiene que ver con la suspensión de obras en la Ciudad de México, además de que no se han reactivado proyectos de inversión por la falta de confianza entre los inversionistas.

Marcos Ramírez destacó además el anuncio por parte de la banca ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, de que el sector otorgará crédito en los siguientes años hasta por 500 mil millones de pesos a diferentes sectores productivos. “Es una buena noticia, todos estamos en el mismo lado. Los recursos ahí están, se va a desatar la competencia para prestarlos”, dijo el director general de Banorte.

LOS RESULTADOS

En cuanto a sus resultados trimestrales, tanto Citibanamex, como Banorte y Santander reportaron cifras positivas.

El primero registró una utilidad de seis mil 507 millones de pesos en el segundo trimestre del año, un crecimiento de 9 por ciento en su comparación anual.

Banorte por su parte reportó una ganancia en el mismo periodo de ocho mil 728 millones de pesos, 21 por ciento mayor que la del trimestre anterior.

En el mismo sentido, Santander registró una utilidad de cinco mil 608 millones de pesos en el segundo cuarto del año, que representó un incremento interanual de 8.5 por ciento.