“Los cibercriminales están desarrollando e incrementando sus ataques a un ritmo alarmante, explotando el miedo y la incertidumbre causada por la inestabilidad social y la situación económica derivada de la COVID-19”, destacó en un comunicado el secretario general de Interpol, Jürgen Stock.
Interpol indicó este martes que el cibercrimen creció de manera “alarmante” durante los cuatro primeros meses del año en plena crisis sanitaria por el coronavirus, con ataques dirigidos a los empleados que trabajan en sus casas, pero también a empresas, gobiernos e infraestructuras básicas.
Según la organización policial internacional, los criminales aprovechan los fallos de seguridad de compañías y organismos que han tenido que desplegar rápidamente sus sistemas de trabajo en internet para robar datos, sacar beneficio y crear perturbaciones.
“Los cibercriminales están desarrollando e incrementando sus ataques a un ritmo alarmante, explotando el miedo y la incertidumbre causada por la inestabilidad social y la situación económica derivada de la COVID-19”, destacó en un comunicado el secretario general de Interpol, Jürgen Stock.
En el período que va de enero a abril, Interpol y sus socios detectaron unos 907.000 mensajes de correo basura, 737 incidentes relacionados con programas malignos y más de 48.000 enlaces maliciosos directamente vinculados con el virus.
Según Stock, la mayor dependencia de internet en todo el mundo está creando “nuevas oportunidades” para los delincuentes, sobre todo cuando individuos y empresas no se aseguran de que sus defensas en línea están al día.
El panorama actual de la ciberdelincuencia muestra cambios en los patrones de fraude electrónico y robo de imágenes a través de las cámaras web, virus contra infraestructuras básicas o instituciones sanitarias, troyanos bancarios que utilizan la epidemia como reclamo para infiltrarse en sistemas digitales y desviar dinero, etc.
La organización alerta además de una mayor circulación de información falsa y bulos que se extienden rápidamente entre el público, con teorías conspiratorias e información sin verificar que “han contribuido a la ansiedad de comunidades y en algunos casos han facilitado la ejecución de ciberataques”.
Igualmente se constatan fraudes de medicamentos, mensajes de texto con oferta sobre comida gratis, ofertas o atractivos descuentos de productos.
Interpol avisa de que esta tendencia continuará a corto plazo y que probablemente habrá otro pico cuando haya una vacuna disponible contra el virus, con tácticas relacionadas con productos médicos, intrusiones en la red y diversas formas de aprovechar la situación para robar datos.