Para Karina López, una vecina de Tecámac, adoptar a “Milo”, un perro mestizo rescatado por la Unidad de Control y Bienestar Animal, fue una decisión que transformó su hogar. “Nunca imaginé cuánto amor podía traer a nuestras vidas. Adoptar no solo le salvó a él, nos cambió a nosotros”, relata emocionada. Historias como la de Karina se replican en el municipio, gracias a la campaña de Adopción Responsable promovida por el Gobierno de Tecámac.
Consolidándose como un ejemplo en políticas públicas para la protección animal, esta iniciativa fomenta la adopción de perros y gatos rescatados, recordando que brindarles un hogar es un acto de amor, responsabilidad y compromiso. Cada animal entregado cuenta con vacuna antirrábica y esterilización, asegurando su bienestar al integrarse a una nueva familia.
La Unidad de Control y Bienestar Animal, ubicada en Av. del Panteón s/n, Santa María Ozumbilla, frente al Panteón San Nicolás, sigue recibiendo a interesados en adoptar. Los requisitos incluyen comprobante de domicilio, copia del INE, una foto impresa del espacio donde vivirá la mascota, una carta de recomendación y el llenado de un formato de adopción.
“Cada adopción no solo transforma la vida de un animal, sino que también fortalece el compromiso social de los tecamaquenses”, destacaron las autoridades municipales, quienes continuarán esta campaña durante 2025 para fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia los animales.
Además, el programa ha logrado generar conciencia en la ciudadanía, promoviendo valores de empatía y responsabilidad. Estas acciones reflejan el liderazgo de Tecámac en la implementación de políticas que buscan la armonía entre las personas y los animales, construyendo un municipio más consciente y solidario.
Con esta campaña, cada “michi” y “peludito” que encuentra un hogar no solo gana una familia, sino que también representa un paso hacia un Tecámac más responsable y comprometido con la protección animal.