Los empresarios Daniel Rodríguez y Alberto Galindo revelaron a la Procuraduría General de la República (PGR) que, a petición de Manuel Barreiro Castañeda, crearon un esquema de empresas fantasma para lavar dinero y beneficiar al candidato del PAN a la Presidencia, Ricardo Anaya.
Los empresarios aseguraron sentirse temerosos y amenazados por Barreiro Castañeda y el propio Ricardo Anaya.
Los empresarios dieron a la PGR los pormenores de los tiempos, las fechas, los montos y la ruta que siguieron para simular la compra de un terreno en 54 millones de pesos en el estado de Querétaro.
De acuerdo con información brindada en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, la declaración fue realizada por ambos empresarios por escrito y en video, el cual fue difundido anoche por su abogado.
Alberto Galindo declaró que fue él quien creó el entramado para simular empresas, inflar avalúos con el fin de pagar cantidades extraordinarias por una propiedad, además de ocultar el verdadero origen del dinero.
“Daniel, mi socio, me comentó que Manuel Barreiro iba a fondear una empresa que quería hacer un negocio que consistía en financiar la compra de una nave industrial, inmueble que pertenecía al suegro de Ricardo Anaya Cortés.
“En diciembre de 2015, recibí una llamada de Manuel Barreiro en la que me mencionó que, si yo ya tenía conocimiento de la operación, contesté que sí, y me dijo: ‘ármatelo rápido porque es posible que lo armemos en febrero’.
“Lo que quiero decir, es que creé un esquema de colocación de fondos cuya finalidad era ocultar la verdadera intención de adquirir un inmueble propiedad de una empresa del suegro de Ricardo Anaya con activos que provenían de operaciones simuladas”.
De acuerdo con la declaración videograbada y difundida anoche en Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva, los empresarios explicaron que el terreno del suegro de Anaya se compró al mayor precio con la intención de obtener la mayor ganancia posible y el dueño lo vendió a un costo alto para tener el menor pago de impuestos.
Refirieron que se trata de una estrategia fiscal que consiste en manipular los avalúos, con mejoras que el terreno en realidad no tiene. En el caso de este predio, dijeron que la “supuesta mejora” consistió en la supuesta instalación de naves industriales.