Ignorancia en legisladores y ausencia del gabinete de AMLO, ponen en riesgo estabilidad política y económica del país: Antonio Ortega

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Antonio Ortega Martínez, Decano y miembro de las comisiones de Hacienda y de Presupuesto de la Cámara de Diputados llamó a las y los legisladores de Morena, así como al Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador a no seguir actuando con ignorancia política y actuar con sensatez porque ponen en riesgo la estabilidad del país.

El integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) refutó los recurrentes errores en los que ha venido cayendo Morena a través de sus legisladores como fue la publicación de la Ley de salarios máximos con errores, y ahora la iniciativa presentada este jueves por el senador Ricardo Monreal para disminuir y eliminar las comisiones que cobran instituciones bancarias y financieras, misma que derivó en especulación financiera y la caída de la Bolsa Mexicana de Valores.

Ortega Martínez emplazó al próximo titular de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, a hacerse presente y asumir una coordinación con el Poder Legislativo dado que ni AMLO ni Olga Sánchez Cordero (designada próxima titular de Gobernación) están en condiciones de hacerlo por las actividades que tienen cada uno por su cuenta.

El gobierno que está a punto de iniciar, se ve envuelto otra vez en un accidente político. El debate no es que el Poder Legislativo tenga facultades y autonomía para presentar una iniciativa, ni tampoco si son justas o no las comisiones que cobra la banca comercial por servicios. Lo que está en evidencia –aclaró- es que, una nueva ocurrencia, un acto “justiciero” del “Llanero Solitario” pone en crisis la estabilidad política y -de no atenderse pronto- también puede haber problemas con la estabilidad económica de México porque se dio una sobrerreacción del mercado al anuncio de la iniciativa del senador Monreal, destacó el legislador.

“Creo también, expuso, que hubo una sobrerreacción del próximo secretario de Hacienda (Carlos) Urzúa a la resistencia de los banqueros porque, sin duda, las comisiones que cobra la banca comercial son de agiotismo, exageradas, las matrices de los bancos obtienen ganancias de prácticamente el 30 por ciento. Estos bancos viven de las comisiones, no de la inversión ni de los riesgos que significa que los capitales formen parte del movimiento económico, del crédito”.

¿Hay que regularlas? Sí, ¿hay que frenarlas? Sí; pero eso –aclaró Ortega Martínez- no se puede hacer con un acto voluntarista basado en que “tenemos la mayoría y bastará dar la orden para que se levanten los dedos en las cámaras y resolvemos el tema de las altas cuotas”.

Si se sigue actuando con esa ignorancia política, propiciará –dijo- que se repitan día a día este tipo de conflictos y lo grave sería que ellos ya, con el “timón del barco” en sus manos, nos lleven de tumbo en tumbo, de crisis en crisis, de error en error.

El problema de las cuotas que cobra la banca, hay que estudiarlo, revisarlo. El banco de México (que es una entidad autónoma del Estado Mexicano), es el que está facultado para regular esas cuotas y, desde luego, la sociedad puede opinar. Las Cámaras de Diputados y senadores pueden influir; pero el sistema es como una orquesta: Todo mundo tiene que dar la nota en el volumen y en el momento exacto para que la armonía de la música pueda ser escuchada por todos. Aquí el problema es que el “director” sigue sin aparecer, aseveró.

“Yo entendería que el presidente electo tiene muchos asuntos que resolver, y él no puede atenderlos todos. Su gabinete tiene divididas responsabilidades y trabajos; pero debe haber alguien que pondere las decisiones de los próximos secretarios y ponga orden en la acción de gobierno, y si no es la secretaria de Gobernación (porque no asume todavía y está metida como senadora), Alfonso Romo, Jefe de la Oficina, vuelve a ausentarse de su responsabilidad política, no corre el riesgo de asumir una responsabilidad de poner orden en el gabinete y garantizar que haya armonía en la conducción política”.

El legislador federal dijo finalmente que este problema se complicó porque el voluntarismo, el autoritarismo, la idea de que “somos la mayoría y nosotros podemos resolver todo bajo el antojo y la modalidad que nosotros queramos”, pero –enfatizó- eso no funciona.

“Este es un sistema político que requiere ordenamientos, ponderaciones, vida democrática y, en ese sentido, creo que hay que volver a poner una calificación de tache al nuevo gobierno porque nos mete -de nueva cuenta- en una crisis” aun sin haber comenzado a gobernar, concretó.