Ignorar el sangrado al defecar puede ser mortal: César Reyes Elizondo

“Ignorar señales como sangrado al defecar o dificultad para evacuar puede costar vidas. El cáncer colorrectal no espera y el diagnóstico tardío complica el tratamiento”, advirtió César Reyes Elizondo, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien hizo un llamado urgente a la medicina preventiva y a abandonar la negligencia frente a síntomas digestivos persistentes.
En entrevista, el especialista explicó que este tipo de cáncer representa ya la tercera causa de muerte por tumores malignos tanto en hombres como en mujeres, de acuerdo con cifras del INEGI y la Secretaría de Salud. Cada año se reportan en México cerca de 15 mil nuevos casos, siendo la principal causa de muerte por tumores malignos en la Ciudad de México, el Estado de México y entidades del norte del país.
“Vivimos en una cultura de inmediatez y comida rápida —hamburguesas, pizzas, refrescos— que deteriora nuestra salud intestinal. Además, la dieta baja en fibra, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad son factores directos que disparan los casos de cáncer colorrectal”, apuntó Reyes Elizondo.
El académico explicó que, si bien la mayoría de los casos se presenta en adultos entre 50 y 70 años, también hay personas jóvenes que desarrollan la enfermedad. Alertó que los síntomas tempranos, como estreñimiento, sangrado rectal o dolor abdominal persistente, deben llevar de inmediato a consulta con el médico general, coloproctólogo o gastroenterólogo.
El cáncer colorrectal tiene cuatro etapas clínicas. Las primeras dos están relacionadas con el tamaño del tumor, mientras que la tercera y cuarta implican metástasis a ganglios linfáticos u otros órganos. Cuando alcanza una etapa avanzada, el dolor es constante por la afectación a las raíces nerviosas, haciendo que el tratamiento sea complejo y costoso.
Reyes Elizondo subrayó la importancia de incorporar hábitos de prevención:
– Alimentación rica en fibra y baja en carnes rojas procesadas.
– Ejercicio regular.
– Evitar el tabaco y el alcohol.
– Revisión médica oportuna, especialmente en hombres a partir de los 45 años y mujeres con seguimiento ginecológico constante.
“El problema es que muchos pacientes llegan cuando ya no pueden evacuar, cuando hay dolor, cuando el sangrado es evidente, y eso ya es una etapa avanzada. Se requieren tratamientos invasivos y, en algunos casos, el pronóstico no es favorable”, concluyó.