· En la segunda mitad del siglo México tendrá pérdidas anuales iguales o mayores al cinco por ciento del PIB, alertó Francisco Estrada Porrúa
Un sentimiento de urgencia impera en el planeta respecto al cambio climático que afecta a varias regiones del mundo por la inadecuada actividad humana. Entre más nos tardemos en atenderlo, más drásticos serán los retos ambientales a afrontar, coincidieron expertos de la UNAM reunidos en conferencia de medios a distancia.
El escenario para México en la segunda mitad del siglo se visualiza con pérdidas anuales, iguales o mayores, a cinco por ciento del Producto Interno Bruto por cambio climático, y con aumentos mayores a cuatro grados Celsius en la temperatura anual, alertó Francisco Estrada Porrúa, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.
Para alcanzar la meta de un incremento en la temperatura de solo 1.5 grados Celsius se necesitaría dejar, de tajo, el uso de tecnologías altamente contaminantes y cambiar a sistemas amigables con el medio ambiente, afirmaron Graciela Lucía Binimelis de Raga, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA); y Juan Pablo Bernal Uruchurtu, del Centro de Geociencias (CGEO) en Juriquilla.
Si consideramos los escenarios actuales de emisiones, precisó Bernal Uruchurtu, nuestra sociedad y la economía no permiten que cortemos las emisiones de un jalón, se plantea un escenario gradual.
Con una disminución abrupta se llegaría al objetivo de 1.5 en 2050. Estos escenarios precisan el uso o la puesta en acción de tecnologías que absorban los gases de efecto invernadero, de las cuales hay varias disponibles, alertó el experto.
Bernal Uruchurtu enfatizó: “Las actuales emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera no tiene precedentes en los últimos 800 mil años, el dióxido de carbono es 50 por ciento más alto, el metano 400 veces más alto, el aumento de éstos es inevitable debido a las condiciones socioeconómicas de la sociedad; sin embargo, es posible reducirlo”.
A su vez, Binimelis de Raga recalcó que el reciente reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sobre las bases físicas de este proceso, reconoce que el cambio climático está aquí, no se puede evitar y no hay ninguna duda de la influencia humana en la magnitud de las transformaciones recientemente observados.
“Los valores de temperatura reconstruidos desde la era preindustrial hasta ahora han aumentado dramáticamente, sobre todo desde los años 50 y este rango de temperatura no se había visto en los últimos 100 mil años”, destacó la especialista.
De ahí que la investigadora subrayó que si bien es importante que cada ciudadano sea responsable de su patrón de consumo y emisiones, también se debe transitar a la reducción de la huella de carbono en el planeta, lo cual requiere decisiones gubernamentales coordinadas.
El individuo puede disminuir sus residuos; sin embargo, las huellas principales se producen por la generación de energía basada en los combustibles fósiles, por lo que cada nación debe usar tecnologías que no generen gases de efecto invernadero, insistió.
La experta en Ciencias Atmosféricas precisó que el planeta será diferente en 2100 si no se logra cumplir la meta de 1.5 grados Celsius. Por eso es necesaria la acción concertada y es importante que en la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) de este año realmente los gobiernos del mundo se pongan de acuerdo y se comprometan de manera seria a cumplir los objetivos.
Impactos para México
“Bajo un escenario de inacción en este tema, los retos para México serán enormes. Por ejemplo, en la segunda parte del siglo el país tendría pérdidas anuales iguales o mayores a cinco por ciento del Producto Interno Bruto por cambio climático, y aumentos mayores a cuatro grados Celsius en la temperatura anual podrían alcanzarse durante la década de 2070 en algunas partes del país”, advirtió Francisco Estrada Porrúa.
En la agricultura habrá reducciones en rendimientos de cinco a 20 por ciento en las próximas dos décadas, y hasta 80 por ciento a finales de siglo para algunos cultivos y entidades. “Los estados con mayor aptitud para maíz de temporal podrían perder, a finales de este siglo, entre un 30 y 40 por ciento en rendimientos”, estimó.
Otro impacto que en México se presentará es en el consumo de energía eléctrica, que podría aumentar 12 por ciento a finales de este siglo, además de que los incrementos en el uso energético harán más difícil cumplir las metas nacionales de mitigación, consideró el economista.
Para enfrentar este problema, Estrada Porrúa recomendó incrementar el conocimiento científico sobre cambio climático en México, especialmente entre los jóvenes y orientar con este enfoque la toma de decisiones.