El Centro de Conservación Reino Animal inauguró el Santuario Jaguar, un espacio 100 por ciento natural dedicado a la conservación de esta especie que en México corre serio riesgo de desaparecer por la destrucción de su hábitat, consecuencia del aumento de asentamientos humanos y de la construcción de infraestructura urbana sin medidas de mitigación.
El jaguar (Panthera onca), que es el felino más grande de América, en México se localiza a lo largo de toda la costa del Pacífico, desde Sonora hasta Chiapas, y desde Tamaulipas hasta la península de Yucatán a lo largo de la costa del Golfo de México. A nivel mundial se encuentra en la categoría de “casi amenazada” de la Lista Roja de Union Internacional para la Conservación de la Naturaleza la (UICN). Y en nuestro país está catalogada como especie en peligro de extinción y su cacería está vedada desde 1987.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) lo considera un felino cuya conservación es prioritaria. De acuerdo con un censo realizado en el 2010, en nuestro país ya solo había cuatro mil jaguares, y para 2018 se estimó que su población aumentó a cuatro mil 800. Pero para que deje de ser una especie vulnerable a extinguirse, se requeriría que en México hubiera al menos ocho mil ejemplares.
El presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) Ernesto Zazueta, dijo que lamentablemente sus amenazas no solo no están disminuyendo sino que están aumentando. “A pesar de que las civilizaciones prehispánicas consideraban a este animal como sagrado y que antes de la colonia se calcula que en América existían más de cien mil jaguares, durante el siglo pasado en nuestro país colocamos a esta especie en serio riesgo de desaparecer por la excesiva cacería furtiva y por su comercio ilegal, por ello desde 1987 se prohibió su caza”.
“Está práctica continúa al igual que su tráfico ilegal. Pero, además, hoy las prioridades gubernamentales y empresariales están sometiendo a esta especie a otras graves amenaza, la acelerada urbanización y la construcción de infraestructura justo en las zonas donde vive. Los mega proyectos están invadiendo su hábitat, aún cuando según las propias autoridades su conservación es prioritaria”, enfatizó.
En este sentido, Zazueta Zazueta dijo que es urgente que todas las instituciones gubernamentales y no gubernamentales dedicadas a la conservación de vida silvestre unan esfuerzos para llevar a cabo acciones que en el corto y mediano plazo realmente contribuyan a la conservación del jaguar in situ y ex situ, y a repoblar sus zonas de distribución.
“Si el jaguar termina por desaparecer en nuestro país, todo su ecosistema podría correr el mismo peligro. Y cada que desaparece un ecosistema la especie humana es la más afectada en materia ecológica y de salud pública”, precisó.
Por ello, la AZCARM celebra que una de sus instituciones miembro, haya creado el Santuario Jaguar con el único y preciso objetivo de preservar a esta especie. Este importante proyecto de conservación inicia con dos familias de jaguares conformadas por circo ejemplaras; dos machos y tres hembras, que vivirán en un espacio muy similar a su hábitat natural con el menos contacto humano posible.
