“La crisis del agua no es un problema de escasez, sino de mala gestión y gobernanza. Debemos entender cómo usamos el agua, dónde la desperdiciamos y cómo podemos cambiar esa realidad”, afirmó el diputado Pablo Trejo Pérez al presentar una iniciativa para reformar la Ley Ambiental de la Ciudad de México, incorporando el concepto de Huella Hídrica como herramienta de evaluación, control y mitigación del consumo hídrico.
El legislador del Distrito 15 en Iztacalco sostuvo que la capital del país atraviesa un momento crítico en materia de agua, con un consumo per cápita que supera los 380 litros diarios por persona, cuando el uso razonable debería rondar los 100 litros. “Eso hay que visibilizarlo para que podamos entender el consumo racional del agua que estamos proponiendo”, enfatizó.
La propuesta legislativa contempla que el Gobierno de la Ciudad promueva actividades productivas sustentables en el suelo de conservación, y fomente hábitos de consumo que reduzcan la Huella Hídrica, involucrando tanto a instituciones públicas como a la ciudadanía.
Trejo Pérez explicó que el concepto de Huella Hídrica se divide en tres componentes:
• Verde: agua de lluvia utilizada.
• Azul: agua superficial o subterránea extraída.
• Gris: agua necesaria para asimilar contaminantes.
En la exposición de motivos, el diputado citó el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre Desarrollo de Recursos Hídricos 2019, que advierte que de continuar la presión sobre los recursos hídricos, el 45% del PIB mundial, el 52% de la población y el 40% de la producción de cereales estarán en riesgo para 2050.
Trejo resaltó que esta iniciativa responde a la necesidad urgente de institucionalizar la medición y mitigación de los impactos relacionados con el agua a lo largo de productos, procesos y organizaciones. Afirmó que la Huella Hídrica es clave para anticiparse a crisis ambientales, brindar información transparente y mejorar la eficiencia hídrica en todos los sectores.
Además, subrayó que la Constitución de la Ciudad de México es la única en el país que contempla la minimización de la Huella Hídrica, por lo que su incorporación en la Ley Ambiental fortalecerá la normatividad local, alineándola con principios de justicia climática y sostenibilidad.