- Almoloya del Río y Santa Cruz Atizapán se dedican al teñido y acabado de la mezclilla
Se calcula que para la elaboración de un kilogramo de prendas de mezclilla se requieren 200 litros de agua, que termina en causes de Almoloya del Río y Santa Cruz Atizapán, por lo que la degradación solar de los colorantes o la actuación de distintos microorganismos potencializa enfermedades gastrointestinales o cancerígenas.
En ese sentido, al no ser tratadas las aguas residuales que produce la industria textil asentada en estas localidades de la entidad mexiquense, ocasionan efectos perjudiciales debido a la exposición en el medio ambiente.
Al respecto, Ivonne Linares Hernández, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), aseveró que es necesario aplicar tratamientos en favor del cuidado de cuerpos de agua como las Lagunas de Chignahuapan, las cuales dan origen al Río Lerma.
Para ayudar a resolver este problema, se busca encontrar la mejor forma de eliminar colorantes del agua residual textil, por ello, la investigadora desarrolla el proyecto titulado: “Tratamientos sustentables de efluentes textiles en Santa Cruz Atizapán y Almoloya del Río, para dar cumplimiento con la norma ANTPROY-NTE-002-CTAEM-TAR-2020 y disminuir el impacto en las Lagunas de Chignahuapan”, financiado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECYT).
Cabe destacar que dichas localidades son municipios dedicados a la manufactura, el teñido y acabado en prendas de mezclilla, por lo que explicó que no buscan disminuir la producción de las empresas textiles, sino implementar medidas sustentables que eviten la pérdida de biodiversidad, como ranas y pescados.