Pepe Hernández y Héctor Infanzón llenaron el Teatro Julio Castillo de jazz, soul, latin jazz, funk, rhythm and blues y fusiones de ritmos caribeños
Con una fuerte dosis de jazz clásico, latin jazz, soul, funk, rhythm and blues y combinaciones de ritmos caribeños y mexicanos, el festival Clazz Continental Latin Jazz inició con gran éxito su edición 2017 en México, ayer viernes por la noche en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
La jornada inicial del encuentro estuvo a cargo de los grupos encabezados por Pepe Hernández y Héctor Infanzón, e hizo efectiva su promesa de poner al piano como instrumento protagónico. Con esta primera sesión, el encuentro consolida su presencia en México como el festival más importante de su tipo, quizá el único en el mundo dedicado al latin jazz.
El jazz tiene una amplia presencia en los cinco continentes, dijo a manera de presentación Fernando Loera, promotor del festival, y en México llega a su cuarta edición, gracias al apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes y otras instituciones, reiteró el productor cubano. Eso, comentó, permite que en esta edición sean mexicanos la inmensa mayoría de músicos participantes, una pléyade de artistas a los que calificó como “artesanos de emociones”.
En seguida, Pepe Domínguez desató un vendaval de sentimientos entre los asistentes al ofrecer una serie de composiciones de su autoría, junto con su Groove Gang (dos trompetas, dos saxofones –Diego Maroto como principal–, batería, piano y dos bajos).
El bajista, cantante y productor originario de Acapulco hizo un recorrido por piezas de los cuatro discos en su haber y comenzó con dos composiciones que combinaron la música sincopada con ritmos netamente mexicanos, como la titulada Erupción.
Luego siguió con un jazz más clásico en Sin chillar, acudió al R&B con Nadie como tú y a las reminiscencias de su adolescencia con un jazz más sutil y nostálgico en Playero, acompañado en la voz por el bajista Fer Ruvel. Su Cha cha blues marcó la apoteosis y se despidió con una tremenda Salsa Jam.
Si la presentación de Pepe Hernández y su Groove Gang despertó el entusiasmo del público, formado principalmente por jóvenes, no menos intensa fue la actuación del maestro mexicano Héctor Infanzón, quien acompañado de su cuarteto formado, además, por Emiliano Coronel (bajo), Enrique Nativitas (batería) y Luis Gómez (percusión), dio una muestra de la prominencia del piano en sus composiciones.
Lo emotivo del caso es que desde que Infanzón apareció en el escenario el público lo recibió con un aplauso tan prolongado que pareció turbar al compositor, todavía sin tomar asiento frente al piano para su primera pieza.
“Qué calurosos”, alcanzó a decir a manera de agradecimiento. En seguida comenzó a aporrear literalmente las teclas del piano, primero de manera, gentil, suave, hasta convertirse en un poseso sonriente que mostraba abiertamente el disfrute de la música.
Fiel a su estilo, en solo cinco piezas Infanzón agotó su tiempo en el escenario, pues dio muestras de su virtuosismo en el piano, pero también dio tiempo para el lucimiento de cada uno de los ejecutantes del grupo. El vago fue el primer título de su participación, y continuó con Como en feria en su muy particular estilo que parece respetar los cánones del jazz clásico.
Hizo un homenaje a su país y a aquellas cosas “que se han ido perdiendo” en Danzón dedicado a México y cerró con una pieza que le ha acompañado durante varios años y que no deja de tocar porque, además de todo, le divierte mucho: Azúcar. El pianista y arreglista agradeció su participación en Clazz Continental Latin Jazz México 2017.
El encuentro de jazz más importante de México continuará este sábado 17 de junio a las 20:00 con la presencia de Servando Rascón y Alex Mercado, para concluir el domingo 18 a las 19:00 con la participación de Alberto García y su Caribbean Project y el pianista estrella mundial del latin jazz, el español Chano Domínguez.
