Blas A. Buendía
Por incómodo que sea hablar del tema, debemos aceptar que la inseguridad es uno de los grandes problemas nacionales de actualidad y se ha recrudecido el nivel de violencia que se vive en el país desde hace dos sexenios, pues constantemente nos enteramos de hechos abominables como las ejecuciones registradas el fin de semana pasado en Michoacán, dijo el magistrado civilista Élfego Bautista Pardo.
En su análisis semanal Así es el Derecho, el jurisconsulto precisó que ante problemas concretos deben buscarse y proponerse soluciones específicas, y el Gobierno Federal ha planteado la creación de la Guardia Nacional como instrumento que devuelva a los ciudadanos la tranquilidad necesaria para realizar sus actividades diarias, sea ir a trabajar, a atender sus negocios, a estudiar o a algún tipo de recreación.
Y abunda: El 14 de marzo de este año se declaró constitucional la creación de la Guardia Nacional, para cuyo adecuado y legal funcionamiento era necesaria la expedición de varias leyes, como las de la propia Guardia Nacional, la General de Registro de Detenciones y la Nacional Sobre el uso de la Fuerza, además de reformas a la General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Están listos tanto los nuevos instrumentos jurídicos como el reformado, pues el pasado 27 de mayo fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación. Son precisos para que esa institución, de carácter civil, disciplinada y profesional, emprenda sus tareas de seguridad pública. Está adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a cargo de la Federación, y colaborará sólo temporalmente y mediante convenio en las tareas de seguridad pública competencia de las entidades federativas o varios municipios.
Su finalidad es salvaguardar la vida, integridad, seguridad, bienes y derechos de las personas, así como preservar las libertades, contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social, proteger los bienes y recursos de la nación y llevar a cabo acciones de colaboración y coordinación con entidades federativas y municipios. Para el cumplimiento de sus atribuciones contará con los recursos humanos, económicos y materiales necesarios, tendrá varios niveles de mando y la posibilidad de que se haga carrera dentro de la misma institución.
Proporcionar seguridad a los habitantes del país es hoy quizá la labor más importante del Estado, es una forma de garantizar realmente los derechos y libertades individuales, además de contribuir directamente a la inversión privada y, por lo tanto, creación de empleos. Es por esto que todos los ciudadanos esperamos con ansia que la Guardia Nacional tenga buenos resultados en su implementación y tenga éxito el programa del Gobierno Federal para el caso; claro que el camino no se vislumbra fácil y requerirá tiempo poder apreciar los resultados del arduo trabajo de la nueva institución.
Para lograr la restitución de la seguridad, el orden y, en consecuencia, la sana vigencia del Estado de Derecho, es necesaria la participación conjunta de todas las instituciones del Estado y, sin lugar a dudas, la labor de la Guardia Nacional será fundamental; sin embargo, no podemos dejar de lado las obligaciones ciudadanas.
La primera es respetar la ley, no delinquir ni solapar a quien lo haga, respetar los derechos humanos de nuestros pares y, sobre todo, hacer nuestra la cultura de la denuncia, ya que para poder sancionar los delitos y prevenirlos, es fundamental que participemos con civilidad, individualmente o en familia. Así es el Derecho, puntualizó, Élfego Bautista Pardo, magistrado de la Quinta Sala Civil, Ponencia 3 del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.