El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados, reconoció que en México las medidas para apoyar a los dreamers son insuficientes o prácticamente nulas; “no se tiene capacidad para apoyar a todos los connacionales en caso de ser repatriados”.
México debe implementar medidas para apoyarlos, principalmente en educación y generación de empleos para que estos jóvenes puedan desarrollarse de manera normal, en caso de que su regreso al país sea inminente.
En la “Carpeta informativa Dreamers”, el CESOP argumentó que en 2015 residían 12.2 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, de los cuales, según datos del Instituto Nacional de Migración, actualmente 585 mil serían considerados dreamers.
El 15 de junio de 2012, Seguridad Nacional del país vecino del norte anunció que ciertas personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, y cumplen con una serie de criterios, podrán pedir la consideración de acción diferida durante un periodo de dos años, sujeto a renovación.
Entre 2012 y 2015, sólo 790 mil dreamers solicitaron Acción Diferida para la Deportación de Menores (DACA), de 1.7 millones que podrían apegarse a ella.
Según la Fundación BBVA Bancomer en su documento “Situación Migración México, 1er semestre de 2016”, se encontró que la mayoría de los beneficiarios de DACA (77.8 por ciento) nació en México.
Con el DACA, los dreamers tienen posibilidad de inserción al mercado laboral, empleos mejor pagados, mayor salario por hora trabajada, documentos para tramitar identificación y licencia de conducir, posibilidad de acceder a mayores niveles educativos y apoyos para educación que antes no calificaban, así como la apertura de su primera cuenta bancaria y tarjeta de crédito.
El CESOP recordó que la Cámara de Diputados reformó la Ley General de Educación para revalidar estudios de mexicanos en el exterior que retornen al país, principalmente connacionales repatriados desde Estados Unidos.
El documento “Dreamers: la otra fuga de cerebros”, elaborado por este Centro de Estudios, señala que es relevante conocer el perfil y escolaridad de los connacionales bajo esta condición.
En 2016, de 219 mil 932 repatriados, 203 mil 637 -es decir, 93.6 por ciento- fueron adultos y 13 mil 752 niñas, niños y adolescentes. Del total de estas personas, 194 mil 571 fueron hombres y 22 mil 818 mujeres.
De los connacionales que regresaron, 64 mil 814 tenían secundaria completa; 57 mil 622 presentaban primaria completa; 23 mil 775 contaban con preparatoria completa o equivalente; mil 979 licenciatura; 22 con posgrado, y 10 mil 293 carecía de estudios.
En algunos casos, las personas con primaria incompleta (21 mil 113) y secundaria incompleta (25 mil 248) son parte del universo que se estima debe reinsertarse de manera inmediata al Sistema Educativo Nacional; en los casos de aquellas personas que cuentan con nivel de preparatoria terminada, “el reto lo constituye el proceso de revalidación de estudios y su inserción en el mercado laboral en México”.
Según información dada a conocer por la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Coordinación, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la educación básica está el reto, ya que la población repatriada con primaria y secundaria incompleta asciende a 21 mil 113 y 25 mil 248 personas, respectivamente.
Esa misma dependencia, subrayó que en una medición realizada para identificar espacios disponibles para primaria y secundaria en la primera quincena de enero de 2017, se tenían 86 mil espacios disponibles para los dreamers.
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública mencionó que en América Latina, México es el país con los mayores niveles de migración altamente calificada y el sexto a nivel mundial (1.4 millones), ya que entre los años 2000 y 2012 el número de inmigrantes mexicanos altamente calificados con residencia en Estados Unidos se multiplicó casi cinco veces más que la migración en general.
Además, nuestro país ocupa el cuarto lugar en inmigración altamente calificada hacia el vecino país del norte. Es importante resaltar que esta población posee licenciaturas, grados asociados a maestrías y doctorados.
Los migrantes mexicanos posgraduados en Estados Unidos tienen, en promedio, 46 años y obtienen como media un salario de 74 mil 500 pesos mensuales en el caso de la población masculina, y 43 mil pesos mensuales, entre las mujeres.