Investigación de muerte de Martha Érika Alonso no descarta ninguna hipótesis

0
236

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no descarta ninguna hipótesis sobre la caída del helicóptero en el que viajaban la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y el senador Rafael Moreno Valle.

“Todo pudo haber ocurrido; no queremos especular”, dijo el titular de la dependencia, Javier Jiménez Espriú, quien aseguró que con la participación de especialistas italianos, estadunidenses, canadienses y mexicanos, continúa la investigación para conocer las causas del accidente, del que se determinó que la aeronave cayó en posición invertida a 60 grados, de acuerdo con el cráter que dejó tras su impacto.

En conferencia del prensa, aseveró que los investigadores tratarán de rescatar la información de diversos componentes físicos de la aeronave para hacer un simulador en el laboratorio y conocer el posible origen del incidente.

El funcionario federal indicó que debido a que la aeronave no tiene caja negra, no es posible conocer la grabación de la comunicación entre los pilotos y la torre de control del aeropuerto.

Al respecto, el subsecretario de Transportes de la SCT, Carlos Morán Moguel, dio a conocer que fue recuperado el geo-localizador del helicóptero y las Unidades de Recolección de Datos de los Motores, por lo que de obtener la información de estos aparatos, hay posibilidades de conocer datos como la “biografía” del vuelo, la temperatura y las revoluciones por minuto de las turbinas.

“Esos elementos nos dirán si fue porque falló una turbina o no, la temperatura de la turbina, las revoluciones por minuto del trayecto correspondiente y lo mismo sucederá con el GPS del helicóptero; sí se puede rescatar –esperamos que sí- podremos simular en laboratorio el trayecto del helicóptero y en qué momento viene el problema que provocó la caída del mismo”, expresó.

Aclaró que en este momento la investigación está en proceso de análisis en diversos laboratorios internacionales y se esperan las resoluciones para enviarlas a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para integrar un expediente y obtener un reporte final, podría tardar semanas o incluso meses.

Detalló que fueron enviados a laboratorios italianos los sistemas de transmisión y rotor principal; a Estados Unidos los actuadores lineales, que son parte de la estructura del rotor, así como la Data Acquisition Unit (DAU), y a Canadá los motores izquierdo y derecho.

Los funcionarios explicaron que en la investigación en campo participaron representantes de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, la Agencia Nacional de Seguridad del Vuelo de Italia, del Ministerio del Transporte de Canadá, de las empresas fabricantes del helicóptero y de los motores, así como investigadores independientes.

Dichos especialistas no recibieron dinero alguno por su trabajo, toda vez que colaboran en estos casos bajo tratados internacionales a fin de mantener la objetividad en sus criterios.

El helicóptero que cayó y que cobró la vida de cinco personas es un Augusta 109 modelo 2011 con certificado de aeronavegabilidad vigente con vencimiento 19 de septiembre de 2020 con dos mil 74 horas de vuelo propiedad de servicios del Altiplano S.A. de C. V.

La aeronave funcionaba como taxi aéreo con base en el aeropuerto de Puebla, su taller de mantenimiento era Rotor Flight Services, ubicado en el aeropuerto de Toluca, que cuenta con categoría tres para helicóptero.