La reforma electoral debe escucharse, no imponerse: Kenia López Rabadán

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Al advertir que una reforma electoral aprobada sin debate debilitaría a las instituciones democráticas, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, afirmó que todas las voces deben ser escuchadas, sin importar el momento en que el Poder Ejecutivo envíe su propuesta al Congreso.

“Llegue cuando llegue la reforma electoral, la Cámara de Diputados debe garantizar que los mexicanos sean escuchados y que exista un espacio de análisis profundo, serio y ético”, sostuvo.

La legisladora subrayó que el objetivo central de cualquier modificación al marco electoral debe ser fortalecer la democracia y respetar el voto ciudadano, por lo que rechazó que el tema se procese en fast track, al tratarse de una prioridad nacional.
“Hacerlo de manera acelerada sería un error; hablamos de que el voto sea válido, cuente y represente el sentir de los ciudadanos dentro de las instituciones mexicanas”, puntualizó.

López Rabadán insistió en que la Cámara baja debe abrir el debate a organizaciones de la sociedad civil, academia, expertos, partidos políticos, autoridades electorales y ciudadanía en general, a través de mecanismos como Parlamento Abierto y foros de discusión, para construir una reforma sólida y legítima. “Escuchar sin obedecer es dar atole con el dedo, y los ciudadanos no se merecen algo así”, advirtió.

Asimismo, alertó que imponer cambios sin consenso debilita, deteriora o incluso destruye a las instituciones, por lo que llamó a que la reforma electoral garantice que quien gane una elección sea respetado y quien pierda reconozca el resultado.
“Que nadie se sienta más fuerte que el pueblo de México”, expresó.

La presidenta de la Cámara de Diputados recordó que ningún gobierno es permanente, por lo que las reformas deben hacerse con honorabilidad y visión de Estado, asegurando reglas claras que trasciendan coyunturas políticas.

Finalmente, Kenia López Rabadán reiteró que, como presidenta de la Cámara de Diputados y de la Comisión Permanente, garantizará un debate abierto, franco, respetuoso e inteligente en todos los temas que se discutan en el Congreso de la Unión.