La dermatitis atópica no se limita a la piel; sus efectos son físicos, emocionales y sociales: Mirna Toledo

0
5

“La DA es una enfermedad cuyos síntomas suelen ser persistentes y pueden llegar a ser muy dolorosos e incómodos. Aunque no tiene cura, puede tratarse, y hoy más que nunca sabemos que el abordaje debe ser multidisciplinario para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores”, afirmó la Dra. Mirna Toledo, especialista en Dermatología Pediátrica y en dermatitis atópica (DA), al presentarse los resultados del estudio “Dermatitis atópica: Más allá de la piel. Impactos a la calidad de vida en México”.
El análisis, impulsado por Fundación IDEA, Fundación IMSS y la Fundación Mexicana para la Dermatología, reveló los impactos físicos, psicológicos, sociales y económicos que genera esta enfermedad crónica de la piel, que afecta a más del 10% de la población mexicana. La dermatitis atópica, explicó Toledo, inicia mayormente en la infancia y puede persistir durante toda la vida, con brotes que afectan severamente el bienestar de quienes la padecen.
A partir del testimonio de más de 650 personas, el estudio muestra que el 85% de quienes viven con DA sufren ansiedad o depresión, el 78% reporta afectaciones sociales, y un alto porcentaje debe destinar entre 10% y 40% de sus ingresos al tratamiento. Las organizaciones impulsoras del estudio llamaron a los sectores público y privado a diseñar estrategias integrales en salud, educación y empleo, así como esquemas de apoyo financiero y redes comunitarias que reduzcan el impacto de esta enfermedad en millones de familias mexicanas.