La Presidenta del Comité de Asuntos Internacionales, de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, VII Legislatura, Diputada Elizabeth Bazañez Córdova, se unió a la XXV Conmemoración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, y dijo que desde 1992 se ha venido aplicando a través de la visión y el liderazgo de países, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, comunidades indígenas y locales, la comunidad científica y los individuos a título personal.
El valor de la diversidad biológica
Refirió que si bien cada vez somos más conscientes de que la diversidad biológica es un bien de gran valor mundial para las generaciones presentes y futuras, el número de especies disminuye a un ritmo muy acelerado debido a la actividad humana.
Recalcó que el Convenio sobre la Diversidad Biológica, es el instrumento internacional para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos», y que ha sido ratificado por 196 países, y en este marco invitó al Gobierno de México, a los gobiernos de la comunidad de países y a los gobiernos estatales del país a que multipliquen esfuerzos para proteger a la diversidad biológica global.
Refirió que los resultados han sido considerables hasta la fecha y que se ha desarrollado una guía científica para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes en todo el mundo, y que han entrado en vigor estrategias y planes de acción del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad y el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios derivados de la utilización del Convenio sobre la Diversidad Biológica, y que tras la adopción del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2010, las Partes han avanzado significativamente en el logro de varias de sus Metas de Aichi, sin embargo, afirmó que nadie se debe conformar con ello.
Dijo que “debemos detener la pérdida de biodiversidad y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce que están incluidos en el Objetivo de Desarrollo Nº15”.
De acuerdo a estudios finalizados en 2014, “antes de la presencia del ser humano en la Tierra, las especies desaparecidas era solo el 0,1% y en la actualidad, el índice de las especies desaparecidas por año es entre 100 y 1.000 lo cual indica que nuestras acciones perjudican los hábitats y el adecuado desarrollo de la diversidad biológica del planeta.
Las plantas y animales se están extinguiendo 1.000 veces más rápido que en tiempos anteriores cuando aún no existía el hombre: la contaminación ambiental, el cambio climático, la deforestación, la pesca excesiva, son solo algunas de las causas más notorias de la desaparición de especies. Solo en nuestras manos y acciones está el sanar al planeta, nuestro planeta.
Externó que se han perdido más de la mitad de los bosques tropicales y templados del mundo: la tasa de deforestación en los trópicos continua a un ritmo de aproximadamente 4.000 metros cuadrados por segundo; han desaparecido la mitad de humedales y una tercera parte de manglares; se estima que también ha desaparecido 90% de los peces grandes predadores, 20% de corales y 25% está gravemente amenazado; y más del 60% de ecosistemas están degradados.
Y sin duda, para terminar con la exposición de sus razonamientos, abundó que la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación, el calentamiento global y los cambios climáticos, contribuyen en potencia a alterar la vida del planeta en forma negativa, poniendo en la línea de peligro de extinción a la humanidad misma como parte importante en la diversidad biológica, por lo que invitó a los ciudadanos del país y del orbe a disminuir drásticamente la emisión de los gases invernadero y a no contaminar el agua, tierra y aire (Medio Ambiente), y aplicar un desarrollo sustentable en el sentido estricto del concepto
