- Dibujo, pintura, escultura, grabado, collage, fotografía, video; el recorrido muestra la vitalidad del arte moderno y contemporáneo, en exhibición hasta el 2 de junio en el Museo de Arte Moderno
El sonido de un teléfono hace eco en la sala de exposición, quienes contestan se enfrentan al extrañamiento, se trata de la pieza London Calling (Llamada de Londres, 2013-2014), del artista audiovisual Daniele Puppi, la cual es una de las 71 piezas que conforman la exposición La gran visión italiana. Colección Farnesina que se exhibe en el Museo de Arte Moderno (MAM), recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Curada por el crítico de arte Achille Bonito, esta es una de las revisiones más amplias que se han presentado en México de esta colección. Dibujo, pintura, escultura, grabado, collage, fotografía, video, el recorrido muestra la vitalidad de las búsquedas y experimentaciones de los artistas italianos de los siglos XX y XXI, desde el futurismo y el arte metafísico a principios del siglo pasado, pasando por el arte abstracto, concreto, informalismo, cinético, conceptual, así como los movimientos Forma 1, arte povera (arte pobre) y la transvanguardia, hasta las propuestas plásticas y visuales de los últimos años.
Si bien el sonido de un teléfono dentro de una sala de museo desconcierta y trastoca la experiencia del visitante, lo cual es una de las cuestiones que explora la obra de Puppi, la exposición celebratoria por el 150 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Italia y México trae sorpresas.
En principio, el recorrido abre con un artista y una de las piezas más icónicas del movimiento futurista, Umberto Boccioni y su escultura Forme Uniche della Continuità Nello Spazio (Formas únicas de la continuidad en el espacio). Originalmente realizada en yeso y fechada en 1913 (esta es una de las réplicas en bronce realizadas posterior a la muerte del artista, cortesía del coleccionista Roberto Bilotti Ruggi d’Aragona), la obra de Boccioni materializa esa “belleza de la velocidad” proclamada por los futuristas al representar el continuo movimiento de la figura humana.
Frente a la escultura de Boccioni se encuentra uno de los artistas clave del arte cinético italiano,Getulio Alviani, de quien se presenta Superficie a testura vibratile (Superficie en textura vibrátil, 1965), perteneciente a una de sus series más celebradas que exploran el movimiento a partir de juegos visuales producidos por el reflejo de la luz sobre una superficie.
Una de las piezas que ya se había presentado en México (en el Museo de Arte Carrillo Gil en 2013) y que ha resultado de las favoritas del público es L’Etrusco (El Etrusco, 1976, estatua en bronce de Aule Metele, El orador, enfrentado por un espejo), perteneciente a Michelangelo Pistoletto, uno de los principales representantes del arte povera o arte pobre. En esta obra el artista retoma su interés en torno a los espejos como vías para expandir la obra de arte y, en oposición, el reflejo para integrar al espectador en la obra de arte, pero también para posicionarlo en un continuo espacio-tiempo.
L’a Amante Morta (La amante muerta, 1922), de Arturo Martini, también regresa a nuestro país. Este es uno de los escultores italianos más importantes y nodales de la primera mitad del siglo pasado, cuyo lenguaje transitó del clasicismo, pasando por el modernismo, hasta vanguardias.
Entre otras piezas se presenta un Sin título de 2004, de Jannis Kounellis, artista fundamental del movimiento del arte pobre, quien, por cierto, es conocido por el público mexicano, pues, incluso, ya se le dedicó una retrospectiva en nuestro país. Esta pieza dialoga con uno de los artistas contemporáneos que actualmente tiene presencia en los escenarios internacionales, Danilo Bucci, cuyas búsquedas parten del dibujo, la pintura y la fotografía, ayudado por la tecnología para crear un lenguaje propio a partir de signos universales. De él se presenta un esmalte, Sin título, de 2009.
Entre otros artistas contemporáneos, el recorrido ofrece una selección del trabajo audiovisual de cuatro mujeres que proponen nuevos discursos en las artes visuales italianas: Elena Bellatoni, Sarah Ciracì, Sabrina D’Alessandro e Irene Dionisio, cuyos temas, solo por mencionar algunos, abordan las relaciones con el otro, el paisaje, la palabra y la lengua, así como la identidad.
Sin duda, esta exhibición es un buen acercamiento al arte italiano producido en los últimos 120 años, que llegó a México gracias a la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de Italia y la Secretaría de Cultura federal. La exposición estará abierta al público hasta el 2 de junio y se puede visitar de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 h, en el MAM, en Paseo de la Reforma esquina Gandhi s/n, Primera Sección, Bosque de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo.