Con la obertura para el ballet Las criaturas de Prometeo, el Concierto para piano No. 2 y la Sinfonía número 5 de Ludwig van Beethoven (1770-1827), la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ofrecerá un concierto bajo la dirección artística de Carlos Miguel Prieto y la participación del pianista mexicano Jorge Federico Osorio.
La transmisión podrá disfrutarse el viernes 24 de julio a las 20:00 horas a través de la plataforma Contigo en la distancia de la Secretaría de Cultura y el canal oficial de YouTube del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Respecto de Las criaturas de Prometeo, Beethoven recibió en el año 1800 el encargo de realizar la partitura para un ballet que habría de ser coreografiado por el famoso Salvatore Viganò. Para su estreno, el programa incluyó este texto descriptivo:
Los filósofos griegos describen a Prometeo como un alma elevada, que halló ignorantes a los hombres de su tiempo y los redimió a través de las ciencias y las artes, y les dio modales, costumbres y moral. Como resultado de esa concepción, dos estatuas que han cobrado vida son introducidas en este ballet. Tales estatuas, por el poder de la armonía, se hacen receptivas de todas las pasiones humanas. Prometeo las guía al Parnaso para que Apolo, dios de las artes, las ilumine. Apolo les asigna como maestros a Anfión, Orión y Orfeo para el aprendizaje musical; a Melpómene para enseñarles la tragedia; a Pan y Terpsícore para adiestrarlos en la Danza Pastoral; y a Baco para que aprendieran la Danza Heroica de la que fue creador.
El estreno de Las criaturas de Prometeo se llevó a cabo el 28 de marzo de 1801 en el Teatro Hofburg de Viena. El ballet resultó tan exitoso que antes del fin de 1802 ya había sido representado más de 20 veces. Ante el hecho de que la obertura es el único número del ballet que no se baila, es posible afirmar que en ella está lo mejor de la música de Beethoven.
En el marco de la campaña “Contigo en la distancia”, el programa de la OSN que se puede apreciar en www.contigoenladistancia.
En la segunda obra se destaca una serie de elementos de expresión que remiten directamente a Mozart. La transparencia de la textura de la obra es apuntalada, además, por una orquesta de dimensiones modestas: flauta, dos oboes, dos fagotes, dos cornos y cuerdas. No hay clarinetes, trompetas, trombones ni timbales, lo cual aligera la densidad orquestal de la obra.
Cierra este concierto la célebre Quinta Sinfonía, quizá una de las composiciones más conocidas de la música clásica. A esta obra se le conoce como “la Sinfonía del destino”, especialmente por su motivo inicial que el propio compositor describió como “Así llama el destino a la puerta”.
En cuanto al pianista Jorge Federico Osorio, es reconocido por su musicalidad suprema, técnica poderosa, vibrante imaginación y profunda pasión. Ha recibido varios premios y galardones internacionales que incluyen la Medalla Bellas Artes. Se ha presentado con algunas de las más importantes orquestas del mundo y ha colaborado con directores como Frühbeck de Burgos, Haitink, Jansons, Maazel y Tennstedt, entre otros.
Con más de 50 años de carrera artística, Jorge Federico Osorio es doctor honoris causa en Bellas Artes por parte de la Universidad Veracruzana.
