En el marco del Día Mundial del Agua, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) se suma al llamado de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por garantizar el acceso al agua en el contexto de contingencia sanitaria por el COVID-19, pues de no hacerlo, habrá repercusiones en la salud, dado que una de las principales medidas de prevención para el contagio es el lavado frecuente de manos y superficies.
De acuerdo con datos de la OMS, en 2015 la cifra de personas en el mundo que no contaban con acceso al agua potable mejorada era de 663 millones de personas. Ocho de cada 10 personas que no tienen acceso a fuentes de agua potable mejorada viven en zonas rurales.
La Constitución Política de la Ciudad de México promulgada en 2017, reconoció el derecho humano al agua, pero a distribución del agua aún es inequitativa. Mientras algunas zonas reciben alrededor 500 litros al día por persona, 1.8 millones de habitantes no reciben agua potable diariamente y 358 colonias de la ciudad no cuentan con servicio de agua potable para su uso diario. Las demarcaciones territoriales más afectadas son Iztapalapa, Tlalpan y la Magdalena Contreras, en especial, las zonas rurales de estas últimas.
En particular, durante la contingencia causada con motivo del COVID-19, debe de garantizarse el acceso al agua de poblaciones que tradicionalmente no lo tienen, como la población en situación de calle, la población migrante y la población rural de la Ciudad.
La CDHCM hace un llamado a las autoridades capitalinas a reforzar la política pública en materia de agua para todas las personas; así como a incentivar el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y abastecimiento de agua potable para hacer frente a la escasez de agua y a su inadecuada distribución en las diversas demarcaciones territoriales de la Ciudad.