La mayoría ocurre en lugares desolados, donde los asaltantes pueden quitarles todas las pertenencias a los usuarios.
Los asaltos a transporte público se convirtieron en el pan de cada día de las persona que, en la mayoría de los casos, deben trasladarse de su casa hasta su lugar de trabajo o escuela utilizando este medio al carecer de automóvil propio.
Sin embargo, a pesar de que en algunos casos dan sus pertenencias, los delincuentes continúan agrediendo de forma verbal, psicológica e incluso físicamente a los usuarios.
La mayoría de estos ilícitos se comete entre los límites del Estado de México con la Ciudad de México, en zonas como Nezahualcóyotl, Ecatepec, Nicolas Romero y Naucalpan, además de que también se tiene un alto índice de este delito en la carretera México-Pachuca.
En la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca del 90% de los pobladores a nivel nacional consideran a las unidades de transporte público como el sitio más seguro, esto con datos registrados al cierre del segundo trimestre de 2019.