Entre enero y marzo de 2019, siete mil 285 niños y adolescentes migrantes han interpuesto solicitudes de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar). Esta cifra, dividida entre los tres meses reportados, representa un promedio de dos mil 428 trámites mensuales, el cual es 316 por ciento mayor respecto al registrado en 2018, cuando hubo 583 solicitudes por mes, y 572 por ciento superior a los 361 casos mensuales de 2017, según las cifras públicas disponibles.
Las siete mil 285 peticiones de asilo de niños y adolescentes en el primer trimestre de este año representan 57 por ciento de las 12 mil 716 recibidas en total entre los distintos grupos de edad. En 2017 se recibieron 14 mil 619; mientras que en 2018 fueron 29 mil 600.
Este año, la mayor parte de los trámites para el grupo de cero a 19 años de edad se concentran en Chiapas, con cuatro mil 762; le siguen la Ciudad de México, con mil 326; Tabasco, 640 y Veracruz, 557.
Honduras, El Salvador y Guatemala son las principales naciones de origen de este sector vulnerable, el cual, según expertos, está expuesto a la xenofobia y racismo en nuestro país.
Según datos del Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), a nivel mundial viajan 98 mil 400 menores solos; más de la mitad son desplazados.
Edgar Corzo, quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), alertó acerca del aumento de niños migrantes en las caravanas cque llegan al país debido a las situaciones de violencia y pobreza que imperan en sus naciones; por ello pidió a las autoridades velar por las garantías de los menores durante su trayecto.
“Nosotros hemos advertido el aumento en la presencia de menores de edad en un número considerable. El Sipinna debe estar presente en todo momento”, explicó a La Razón.
A decir de Corzo, los menores no deben pisar las estaciones migratorias, las cuales no tienen la capacidad para atenderlos, sino que deben ser remitidos a centros de asistencia social donde se les brinde atención psicológica y de salud.
Tania Ramírez Hernández, directora adjunta de Vinculación Cultural y Educación del Conapred, dijo que es necesario comprender y analizar los contextos de donde vienen los niños, antes de criminalizarlos.
“Nos enfrentamos a una serie de prejuicios y estigmas en torno a las personas. Es muy importante hacer conciencia de esta problemática. Es importante mencionar que (en) los niños debe haber un especial cuidado, porque es necesario comprender las situaciones por las que dejan su país —como violencia, pobreza y violaciones a los derechos humanos— antes de criminalizarlos con actos de xenofobia”, destacó.
Entre 2012 y 2016, señaló, se incrementó el número de menores presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM), pues el último dato refiere que hay alrededor de 40 mil niños en esta situación; la mayoría tiene de seis a 11 años de edad.
“En los controles migratorios siempre se deben cuidar y respetar los derechos humanos de los niños; no se les debe discriminar, estigmatizarlos ni tratarlos con prejuicios. Hay expresiones de racismo, xenofobia y aporofobia; pero también hay solidaridad al darles comida, agua y albergue; eso también es una capacidad de las personas”, expuso Ramírez Hernandez.
Asimismo, sostuvo que es necesario hacer un análisis de las acciones que realizan los gobiernos de Centroamérica para proteger a los infantes y evitar que salgan de sus países, pues para eso se brindan recursos internos e internacionales.
Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), comentó que migrar es un derecho humano; por ello, México, en su política migratoria, debe cuidar y proteger las garantías de los infantes durante su estancia en el país y evitar “que pisen cualquier estación migratoria, ya que eso sí es una violación a sus derechos humanos”.
Según cifras de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, en marzo de 2019 aumentaron 66 por ciento las detenciones de niños extranjeros no acompañados en su frontera sur, al registrarse 35 mil 898 detenciones, respecto a las 21 mil 641 del mes pasado.
En EU toman datos biométricos de menores
La Patrulla Fronteriza en Texas y Arizona comenzó a tomar a niños migrantes menores de 14 años de edad datos biométricos, que incluyen huellas dactilares y fotografías, así como la identificación del iris ocular cuando es posible.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), el objetivo de dichas medidas es detectar casos de trata, cerciorarse de que el menor va acompañado de sus verdaderos padres o tutores y establecer la identidad del infante.
Asimismo, refirió que entre octubre de 2018 y marzo pasado se detectaron dos mil 700 casos de personas en la frontera con México que afirmaban ser parte de una unidad familiar, lo cual era falso; por ello se optó por reforzar los controles, toda vez que sólo se tomaba una fotografía al menor, según informó la agencia EFE.