Por Janet Galindo
El 70% de las empresas mexicanas adoptan alguna tecnología de digitalización, Inteligencia Artificial o Big Data. Incluso, 2 de cada 10 pymes analizan generar inversiones tecnológicas este año, dice Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit, banca de desarrollo y consultoría financiera.
“El sector financiero ve nuevos participantes y amenazas competitivas en áreas como gestión de la riqueza y los activos, banca mayorista, mercados de capitales, regulación y riesgo y la financiación del comercio. Aquí la innovación la impulsan pequeños actores de primera tecnología” dice Briseño Cruz y asegura que la tecnología transforma radicalmente las finanzas.
Según el consultor de empresas, las fintech redefinen las expectativas de los clientes y crean nuevos modelos de negocio. “Destacan las debilidades de las instituciones financieras existentes no sólo en las experiencias de los usuarios digitales, sino también en la eficiencia operativa. Los clientes comienzan a valorar las experie
ncias modernas y digitales”, aseguró el también
conferencista e investigador.
Para disminuir el rezago tecnológico,” las firmas tradicionales de la banca y las finanzas pueden optar por distintas soluciones como comprar una fintech, invertir, emular ciertas características de ellas, crear
las internamente ¡o de plano ignorarlas!. Es lo que se conoce como las CAIECSI que no son soluciones únicas, requieren combinarse entre sí, refiere Briseño Cruz.
Comprar. Las fusiones y adquisiciones estratégicas a través del ciclo pueden generar crecimiento. Ya sea que los titulares compren una empresa por su tracción o movimiento evidenciado por su base de clientes o libro de préstamos, tecnología o experiencia de usuario, sistema básico, capacidad de datos avanzada o el talento representado en la ingeniería, gestión de productos y liderazgo ejecutivo, “el éxito depende de la integración posterior a la adquisición, dice el CEO de Cénit.
Asociarse. Una asociación cuidadosamente diseñada puede permitir un tiempo de comercialización más rápido y una implementación rentable. “Permite acceder a nuevos clientes o mejorar los procesos de back-office”, dice el también conferencista.
Invertir. Invertir en estas empresas permite aprender más sobre el espacio y blindarse contra amenazas disruptivas. “Los titulares pueden optar por invertir en empresas con las que se asocian o centrarse en áreas que conocen bien”, refiere Briseño Cruz.
Emular. La transformación digital es un proceso difícil pero necesario para la mayoría de las instituciones financieras existentes. “Conviene rediseñar la infraestructura principal para que sea más modular y dinámica, impulsar un nuevo modelo operativo ágil y actualizar la tecnología y las habilidades de la fuerza de trabajo para competir con amenazas externas, fintech y de otra manera”, dice el empresario.
Crear. La clave del éxito en el nuevo edificio de negocios digitales es combinar la agilidad, velocidad y talento de una start-up con la ventaja de un titular al aprovechar los activos existentes como clientes, distribución o infraestructura. Así se genera una fintech interna, dice Briseño Cruz.
Servir. Permitir que otras personas incorporen servicios financieros en sus experiencias con los clientes puede generar ventaja competitiva. “Este modelo de negocio de banca como servicio depende de encontrar un camino rentable hacia el etiquetado blanco”.
Ignorar. “Aunque ignorar la competencia rara vez es la elección correcta, a veces las empresas deb
en priorizar dónde necesitan concentrarse y determinar cuándo necesitan prestar atención y cuándo necesitan evitar la distracción de los disruptores”.
¿Y cuál es la mejor opción?
_La respuesta correcta no suele ser ninguna de estas opciones, sino alguna mezcla de ellas. Cada uno presenta complejidad y requiere una planificación e implementación cuidadosas. Cada institución financiera es diferente y debe buscar su mejor respuesta estratégica a estas amenazas competitivas.