El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la distribución final de escaños plurinominales en el Senado, dejando al partido Morena y a sus aliados sin la mayoría calificada necesaria para aprobar reformas constitucionales sin el respaldo de la oposición. Esta decisión reconfigura el escenario político en la Cámara Alta, obligando al bloque Morena-PT-PVEM a buscar consensos para avanzar en su agenda.
A partir del 1 de septiembre, el Senado estará integrado de la siguiente manera:
- Morena: 60 senadores
- PVEM: 14 senadores
- PT: 9 senadores
En contraste, la oposición se conforma de:
- PAN: 22 senadores
- PRI: 16 senadores
- MC: 5 senadores
- PRD: 2 senadores
Con 83 senadores, el bloque oficialista queda a solo dos escaños de los 85 necesarios para la mayoría calificada. Sin este margen, Morena y sus aliados deberán negociar con la oposición para impulsar reformas constitucionales, complicando la aprobación de propuestas clave del gobierno.
La determinación del INE es vista como un freno al dominio de Morena en el Senado, obligando al partido a dialogar con otros grupos parlamentarios. Esto podría generar un Senado más plural y deliberativo, donde partidos menores como MC y PRD podrían desempeñar un rol más decisivo en las negociaciones.
Desde la oposición, PAN, PRI, MC y PRD han expresado optimismo ante la nueva configuración, calificándola como un reflejo más equilibrado y representativo de las fuerzas políticas.
Por su parte, Morena reconoce el desafío, pero se muestra dispuesto a buscar acuerdos. El líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, afirmó que, aunque no lograron la mayoría calificada, continuarán impulsando su agenda mediante el diálogo y la búsqueda de consensos.
Con esta nueva composición, se anticipa un periodo legislativo marcado por la necesidad de alcanzar acuerdos entre fuerzas políticas divergentes. Para Morena y sus aliados, el reto será mantener su proyecto de reformas mientras logran el apoyo de sectores opositores. La oposición, por su parte, tendrá la oportunidad de influir más en el rumbo legislativo del país, promoviendo propuestas que reflejen sus propias plataformas.
El reacomodo en el Senado establece un escenario donde la negociación y la construcción de consensos serán cruciales para definir las políticas que impactarán a México en los próximos años.