Morosos profesionales, nuevos vampiros en la era del Covid-19

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• Hasta 15% de la cartera vencida es por fraudes de personas o grupos
• Crimen organizado participa de nuevos sistemas de fraude a empresas mexicanas

Hasta el 15% de los adeudos sin pagar son perpetrados por defraudadores profesionales, alerta Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva.
De acuerdo al directivo, mientras el 51% de las empresas mexicanas cerró 2020 con cartera vencida, en las instituciones bancarias el monto de créditos sin pagar fue el equivalente a 14.43% del saldo total (137, 806 millones de pesos), lo que representa un incremento de 1.61% respecto a 2020. “Tales condiciones mimetizan acciones de personas o grupos defraudadores que nunca tuvieron intención de pagar el crédito solicitado”.
En épocas de crisis aumentan delitos financieros como el fraude. El tipificado como de primera persona no se reduce sólo a falsear los datos personales para recibir una tarjeta, línea de crédito o hipoteca. También incluye todo un proceso para no pagar los créditos solicitados y éste se perpetra tanto de manera individual como por el crimen organizado, dice el directivo de Coperva.


“Mentir sobre la capacidad de pagar un bien o servicio a crédito es fraude, pero también falsear para no pagar. En ambos casos existe una mentira y es posible desestimarla mediante procesos judiciales y no judiciales”, refiere el innovador de cobranzas en México.
En la actual pandemia del Covid-19 se multiplican los moratorios profesionales, una manera elegante de decirle a los defraudadores o vampiros financieros, menciona el CEO de Coperva. “ Se trata de empresarios o particulares quienes, mediante técnicas de ingeniería financiera más o menos sofisticada, producen continuados impagos a sus proveedores”.
En el último año también se detectó la incursión del crimen organizado en la defraudación a empresas financieras y de servicios. “En general suelen presentar una imagen jurídica impecable y habitualmente se amparan con distintas formas de sociedades mercantiles. Las crean, abandonan, domicilian, descapitalizan y mueven de manera fraudulenta (o casi), para no pagar los productos o servicios que contratan”, refiere Ramírez Flores.
Aunadoa a esto, “entre los morosos encontramos un nuevo grupo de deudores que encuentran en la morosidad un estímulo recreativo. Se trata de criminales de cuello blanco que ganan prestigio en sus grupos por la insolvencia”, dice el director de Coperva.


En el perfil de estos delincuentes se destaca ser de 33 a 50 años de edad, clase socioeconómica A, B y C+. El 53% es del sexo masculino y presenta una peculiar filosofía: “ adeudar dinero y no devolverlo es más importante que tener una buena reputación y deber dinero es bueno, pero deber mucho y no reembolsarlo es todavía mejor”.
El Director de Coperva asegura que “este tipo de deudores no sólo están en los ámbitos sociales sino que predominan en las empresas y aprovechan el actual crimen recesivo para cometer los ilícitos de no pagar. Son los nuevos vampiros en la era del Covid”.