Moscú impone cuarentena obligatoria tras fallido confinamiento voluntario

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Putin instó a los moscovitas y habitantes de la región de Moscú, unos 20 millones de personas, a tomarse “con la máxima seriedad y responsabilidad” la cuarentena, y también advirtió a las autoridades de que el que no aplique las medidas a rajatabla será acusado de “negligencia criminal”.

Las autoridades de Moscú, epicentro de la epidemia del coronavirus en Rusia, impusieron este lunes una cuarentena obligatoria de quince días a toda su población, independientemente de la edad, después de numerosos casos de incumplimiento del confinamiento voluntario ordenado la pasada semana.

“Esta es una medida justificada y necesaria para una gran urbe con muchos millones de habitantes que fue la primera (en Rusia) en toparse con el coronavirus”, aseguró hoy el presidente ruso, Vladímir Putin.

DESOBEDIENCIA AL CONFINAMIENTO

Putin instó a los moscovitas y habitantes de la región de Moscú, unos 20 millones de personas, a tomarse “con la máxima seriedad y responsabilidad” la cuarentena, y también advirtió a las autoridades de que el que no aplique las medidas a rajatabla será acusado de “negligencia criminal”.

Solo dos días después de que Moscú echara el cierre a todos los negocios no esenciales, el Ayuntamiento y también el Gobierno central se han visto obligados a reconocer que “no todos” obedecen la petición de “quedarse en casa”.

Las imágenes de negocios abiertos, gente paseando, andando en bicicleta o comiendo al aire libre, ancianos en las iglesias y turistas en el mar Negro demostraron que algunos rusos malinterpretaron las “vacaciones retribuidas” ordenadas por el presidente en su mensaje a la nación.

CUARENTENA GENERAL

La reacción no se hizo esperar. El domingo el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció una cuarentena general, que hoy recibió el respaldo político del Kremlin, aunque algunos políticos manifestaron que dicha prerrogativa correspondía exclusivamente al presidente.

A partir de hoy, lunes, y hasta el 14 de abril los moscovitas y los habitantes de la región de Moscú no podrán abandonar sus hogares, a no ser que ejerzan trabajos esenciales de manera presencial.

Hasta ahora ese confinamiento obligatorio solo se aplicaba a los ancianos y enfermos crónicos, casi dos millones de personas.

“El ejemplo trágico de las ciudades italianas y españolas, y también de Nueva York, donde diariamente mueren decenas y cientos de personas, lo tenemos todos presente. Les pido que tengan cuidado”, dijo Sobianin.

La excepción a la regla será hacer la compra en tiendas aledañas, pasear al perro a una distancia máxima de cien metros de su vivienda y sacar la basura.

Además de insistir en la distancia de seguridad de 1,5 metros entre los moscovitas, Sobianin adelantó que dentro de unos días solo podrá salir de casa aquel que disponga de un salvoconducto especial expedido por las autoridades.

Además, las autoridades locales garantizan un subsidio de 19.500 rublos mensuales (unos 220 euros) a los habitantes de la capital que pierdan su empleo debido al coronavirus.

Según los últimos datos, Moscú cuenta con 1.226 casos, dos tercios del total de positivos en el país (1.836 y nueve fallecidos, seis de ellos en la capital), después de un incremento nacional de 302 en el número de infectados en las últimas 24 horas.

PLAZA ROJA DESIERTA

Hoy, lunes, los moscovitas parecieron tomarse muy en serio las nuevas directrices oficiales, ya que las calles de la ciudad amanecieron desérticas.

En vez del habitual frenesí callejero y de sus recurrentes atascos, las principales arterias de la ciudad, desde la Tverskaya a las calles que rodean el Kremlin, estaban prácticamente vacías.

La Plaza Roja no cerró, pero las únicas personas que deambulaban por su adoquinado eran patrullas de policía con mascarilla, reporteros gráficos y una pareja con una niña pequeña que hacían fotos a la Catedral de San Basilio como quien no quiere la cosa.

En los Jardines de Alejandro o en la Plaza de la Revolución los únicos transeúntes eran los servicios de limpieza y algunos vagabundos que se quejaban de la bajada de las temperaturas.

Ni rastro de turistas, rusos o extranjeros. Las exclusivas boutiques del centro estaban cerradas a cal y canto, al igual que los famosos Almacenes Gum y el centro comercial de Ojotni Riad.

El primer ministro, Mijaíl Mishustin, le tomó hoy la palabra al alcalde y propuso extender la cuarentena obligatoria a todo el país para frenar el avance del COVID-19.

DE MOSCÚ AL RESTO DEL PAÍS

Mishustin defendió las medidas en Moscú como “una continuación lógica de la política del presidente para la lucha contra el coronavirus”.

Mientras, Putin abordó la cuarentena con sus representantes en todo el país, a los que consideró directamente responsables de la aplicación de medidas para minimizar el impacto de la epidemia en sus territorios.

“Nuestras acciones deben ser fundadas y profesionales. Precisamente, dicha política nos ha permitido hasta el día de hoy ganar tiempo, frenar una explosiva propagación del coronavirus en las pasadas semanas y ahora debemos darle un buen uso a esa reserva de tiempo”, aseguró.