En la Ciudad de México (CDMX), los retos más importantes son la movilidad y la sobrepoblación vehicular. No solo es la zona urbana con mayor congestión vial de todo el mundo (según el Índice de Tráfico TomTom), también tiene niveles de emisión de gases contaminantes por encima del promedio para las zonas urbanas latinoamericanas (conforme a la base de datos de la Organización Mundial de la Salud) y, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía—INEGI—, es la segunda entidad con más transportes terrestres registrados en circulación (solo por debajo del Estado de México).
Las problemáticas de movilidad en la CDMX requieren una solución integral, donde múltiples agentes pongan de su parte para ayudar a construir un ecosistema más responsable. Así lo afirma Ariadna Saavedra, Brand Manager de la startup Econduce, que proporciona a los usuarios la renta de scooters eléctricas en el oeste de la ciudad. La experta considera la oferta de su compañía un engrane en un sistema complejo, donde la iniciativa privada debe proporcionar alternativas de traslado, los consumidores necesitan elegir responsablemente sus medios de transporte y los agentes deben dejar de fomentar el uso desmedido de autos dentro de la ciudad.
Saavedra también admite que la oferta de Econduce podría no ser la adecuada a las necesidades de algunos de los usuarios y por ello reconoce el rol de algunos de sus competidores indirectos (bicicletas, transporte público). Pero incluso en estos casos, asegura, su plataforma “está ayudando a que la gente voltee a ver nuevos medios de transporte […], apoyamos abrir el horizonte de las personas y de las opciones en cuanto a movilidad. Y además contribuimos a la aceptación de la economía compartida, donde un mismo bien puede ser utilizado por muchas personas y se le puede sacar más provecho”.
Además de procurar un mayor número de alternativas de transporte en la Zona Metropolitana del Valle de México, el reto más importante en el entorno de movilidad capitalino es el exponencial crecimiento de vehículos terrestres en la región. INEGI calculó entre 2005 y 2015 que la población de automóviles se incrementó en casi 160%, más del doble en solo una década. Para la Brand Manager, este es el desafío más importante en la capital, pues está ligado a un fenómeno de tipo cultural que se intensifica por un transporte público incapaz de darse abasto.
“Por un lado existe esta cultura de los chilangos, donde hemos crecido viajando en coche incluso a la tienda de la esquina. Ya ha empezado a cambiar. No en todos los círculos, pero se pueden notar diferencias en las generaciones más jóvenes […]. Por otra parte, tenemos un metro bastante digno en comparación a otras ciudades, pero aun así insuficiente. De hecho, en toda la parte de transporte público debería haber más preocupación en hacerlo seguro, eficiente y que pueda ser utilizado por todos”, afirmó Saavedra.
Incluso con la voluntad de la iniciativa privada y la población en general, la Brand Manager asegura que es necesaria una serie de acciones de mayor alcance, coordinadas por la administración capitalina. En este sentido, todos los candidatos a jefes de Gobierno de la CDMX de las principales fuerzas políticas del país han hecho sus respectivas propuestas sobre el tema.