Ciudad de México.- Dotar de equipamiento urbano a las 90 mil familias que cada año se suman al mercado irregular de suelo, a través de asentamientos irregulares, representa costos tres veces mayores a los municipios, en relación con las inversiones normales para la distribución de servicios.
Lo anterior, además de las complejidades presupuestales, conlleva otros problemas asociados a la falta de gobernanza en los territorios que son ocupados irregularmente y una demanda de lotes con servicios para las familias que no tienen capacidad de acceder a un crédito hipotecario, señaló el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer.
“Creemos plenamente que una política nacional de vivienda y una política de ordenamiento territorial y desarrollo urbano no puede ser considerada de alguna forma si no hay una adecuada política de suelo. Creemos que es uno de los grandes temas pendientes por parte del Estado mexicanos y tenemos que resolverlo”, expuso el funcionario federal durante su participación en el Foro Hacia la Transformación Social-Ecológica en América Latina y México.
Convocado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung y el Proyecto Regional Transformación Social-Ecológica (FES Transformación), Meyer participó en el panel Hacia la Transformación de las Ciudades en América Latina junto con el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, Rodrigo Díaz, el director de Centro EURE, Alfonso Iracheta, la directora del WRI México, Adriana Lobo, y el investigador de la Universidad Nacional de Colombia, Gerardo Ardila.
Meyer explicó que la concentración de 90 mil familias cada año en zonas de asentamientos irregulares transmite una presión urbana desmedida en áreas ejidales y principalmente, en las periferias de las ciudades.
“Tenemos que partir del hecho de dónde no urbanizar y dónde sí podemos tener esas oportunidades de urbanización. Es un tema central en lo que estamos trabajando para los próximos meses y años para fortalecer las capacidades del Gobierno federal para proveer suelo bien localizado, bien urbanizado con un mecanismo de antelación a los grandes problemas que enfrentan las periferias urbanas”, detalló el titular de la SEDATU.
-Urge transformar las ciudades-
En este contexto, el director del Centro EURE e integrante del grupo de trabajo de FES Transformación, Alfonso Iracheta, destacó la premura de avanzar en la transformación de la realidad urbana latinoamericana, una región cuyas ciudades pequeñas y medianas crecen aceleradamente.
“La población total en la región ha ido a la baja, las tasas de crecimiento están ya entre 1.5 o 1%, la idea es que América Latina tiene una población que en 1985 representaba 67% siendo urbana y hoy estamos hablando de 80% de la población de la región con población urbana”, detalló el especialista en urbanismo.
Iracheta acotó que dentro de las ciudades existen fenómenos contradictorios que han complejizado el desarrollo de sus habitantes y abundó en cuanto al crecimiento de las poblaciones, las cuales crecieron a una tasa de 29% entre 2000 y 2015, el área urbanizada en las grandes ciudades de América Latina lo hizo a ritmos de 57%, mientras que el parque automotor lo hizo a 8 por ciento.
“La inmovilidad a la que están llegando un gran cantidad de corredores, la crisis de los transportes públicos, la falta de una oferta adecuada de movilidad no motorizada y sobre todo el manejo del uso de suelo, que mientras siga separado de las políticas de movilidad no seguiremos moviendo mal todos los días”, advirtió.
Al respecto, el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Movilidad, Rodrigo Díaz, coincidió en que la falta de una política nacional de suelo permitió en el pasado el desarrollo de conjunto habitacionales en las periferias de la capital del país, que quedaron desconectados y sin posibilidad de acceso a servicios.
“Esto tuvo y tiene una repercusión directa en la Ciudad de México. Bajas densidades, altamente fragmentado; carente de servicios de transporte colectivo en gran medida por viajes pendulares o porque no nos pusimos de acuerdo en establecer una red de vías conectadas. El gran crimen es que el sector público dejó de lado los trazos viajes y se dejó en manos de los privados”, apuntó.
Finalmente, el investigador colombiano y miembro del grupo de trabajo de FES Transformación, Gerardo Ardila, destacó la necesidad de construir ciudades densas y compactas que libere espacio para hacer crecer el espacio público y equipamientos colectivos.