No es una moneda como tal

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  • Se rige bajo la oferta y demanda y no por factores macroeconómicos.

En México crece el interés por el dinero virtual. De hecho, es el tercer país en Latinoamérica que adopta las criptomonedas dijo Liliana Silva, experta en finanzas personales de Cash Cash Préstamos, quien dijo que, a diferencia de otros países, el interés no se establece en sólo la generación Milleniall sino que presenta gran relevancia entre las generaciones X y Baby Boomer.

Los inversionistas se sienten atraídos por una percepción de alto rendimiento que en algunos casos como el Bitcoin, duplicó su valor en sólo 80 días si se adquirió a principios del 2020, por ejemplo, dijo Silva. Sin embargo, advirtió de la alta volatilidad de las criptomonedas y su alta propensión a crímenes cibernéticos.

El dinero virtual también genera gran atracción por la promesa de reducir comisiones al reemplazar a las instituciones y autoridades financieras con un sistema descentralizado. Sin embargo, hay que remarcar que las 700 monedas virtuales que existen en México, no cumplen las funciones del dinero, dijo la representante de Cash Cash Préstamos.

“Además, casi no se usan como medio de intercambio por sus altos costos de transacción, los tiempos de pago son lentos y tiene una baja aceptación de comercios”, advirtió Silva.

Por otra parte, su utilidad como depósito de valor es ineficiente debido a su alta volatilidad. Esto obliga a los negocios a ajustar sus precios en términos de un activo virtual, lo cual hace poco práctica la función de unidad de cuenta. En resumen: “conviene tener cautela con las inversiones en criptomonedas”, dijo la representante de la fintech mexicana.

Si bien invertir en activos virtuales parece relativamente sencillo, hay que tener mucho cuidado al hacerlo y como cualquier otro activo entender su naturaleza. El riesgo está presente en cualquier inversión “y ello obliga a asumirlos con medida”, dijo.

Vivimos una era en la que el dinero digital cambia la forma de ahorrar, invertir y pagar. Muchos emisores de este dinero digital son empresas conocidas, entre ellos bancos comerciales, pero otros ponen a circular son activos virtuales o criptomonedas. Es decir, no es dinero respaldado por instituciones o autoridades, remarcó la vocera de Cash Cash Préstamos.

Una criptomoneda es una unidad de información almacenada electrónicamente y protegida con claves que sólo pueden ser descifradas por su propietario. Es un activo sin un fundamento real (especulativo) y son valiosos en la medida en que los usuarios lo crean así. Así, su precio se determina por factores de oferta y demanda, dijo Silva.

“Este activo virtual se puede transferir entre personas mediante un registro público. Cada transacción se procesa y verifica por equipos informáticos de manera descentralizada por empresas (mineros) que reciben como compensación un pago en activos virtuales”, mencionó la experta en finanzas personales.

“Como las criptomonedas no cuentan con el apoyo o respaldo de una autoridad, la verificación de la identidad del propietario se realiza a través de criptografía. Dicha encriptación evita problemas de falsificación y doble gasto, en otras palabras, que se use ilegalmente”, dijo Silva.

A diferencia de otros activos, el rendimiento de la criptomoneda depende de factores relacionados con el mercado de dichos activos. En particular, el impulso del mercado, es decir la tendencia, y la atención que reciba de los inversionistas. Así, los cambios en su valor no dependen tanto de factores macroeconómicos o financieros, mencionó Silva.