Con seis votos, la ministra Norma Lucía Piña Hernández fue electa hoy presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para el periodo 2023-2026, en medio del escándalo por el presunto plagio de tesis en que habría incurrido la ministra Jazmín Esquivel, quien también se postuló al cargo pero quien se quedó con dos votos y fue descartada en la segunda ronda. ‘Aquí no hay triunfo, no hay victoria, el resultado se debe a la mayoría”, dijo Piña en su primer mensaje ante el Pleno de la SCJN, al agradecer que sus compañeros ministros hayan depositado en ella su confianza y anhelos.
La ministra presidenta agradeció que con los votos de sus pares se haya logrado “romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal, me siento acompañada, acuerpada… me siento muy fuerte porque sé que estamos todas aquí”. En la primera ronda, la ministra Norma Piña obtuvo tres votos, en tanto que con dos votos empataron los otros cuatro de los aspirantes, entre ellos la ministra Esquivel, por lo que hubo una segunda ronda. En la segunda ronda quedó eliminada la ministra Esquivel, con sólo un voto. Así, la contienda se definió sólo entre Piña y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, pero hasta una tercera ronda, en laque se dio el resultado a favor de la Norma Lucía Piña Hernández. Al arranque de la jornada, la ministra Jazmín Esquivel anunció que se mantenía en la intención de competir por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y acusó a “poderes fácticos” que pretenden influir en el proceso de relevo en el Poder Judicial. “La tesis es de mi autoría y el tema lo concebí mientras estudiaba y trabajaba en el servicio público… hay quienes quisieron debilitar a esa institución”, dijo al inicio de la sesión. “Seguiré mi lucha por los cambios que se requieren para tener un mejor Poder Judicial. Quisieron debilitar a la Corte yo no me presté ni me prestaré a ello’, declaró. El pasado 21 de diciembre LatinUS dio a conocer, con la forma del escritor Guillermo Sheridan, el presunto plagio en que habría incurrido la ministra a un texto publicado un año antes, en 1986. Este sábado 31 de diciembre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que “resulta evidente la existencia de un plagio” y derivado de la revisión de contenidos, fechas de publicación “así como los archivos físicos y digitales de la Universidad, hacen presumir que la tesis original fue la sustentada en 1986″.¿Qué proponían los ministros que aspiran a encabezar la Suprema Corte!? -Yasmín Esquivel Mossa ofreció su experiencia de más 35 años como juzgadora. Considera importante impulsar un modelo de trabajo a través de comités de ministras y ministros, como lo prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y las disposiciones internas de la Corte. – Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena se pronunció por aprovechar al máximo los logros de las administraciones anteriores y ajustar lo necesario en lo administrativo y jurisdiccional. “Nada hay nuevo bajo el sol, pero mi propósito es conseguir que el PJF funcione con precisión cronométrica y refleje, con procesos eficientes, monitoreados y evaluados, su labor trascendente, así como su disciplina moral, su mística y su compromiso incondicional con el país”. -Javier Laynez Potisek aseguró que “la independencia del Poder Judicial únicamente es sostenible si convierte a la neutralidad política en la guía absoluta para su actuación. Debe desterrarse la percepción de juzgadores o juzgadoras a favor o en contra de una posición política determinada: la interpretación de la norma y la resolución jurisdiccional se rigen, exclusivamente, por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley y el respeto a los derechos humanos”. – Alberto Pérez Dayán ofreció trabajar por el ejercicio colegiado en la toma de decisiones de la Presidencia, a fin de que sea incluyente y respetuosa de las ideas de las demás ministras y ministros. Además, destaca la importancia de garantizar un Consejo de la Judicatura Federal con mayor autonomía e independencia en sus funciones. -Norma Lucía Piña Hernández , primera ministra en levantar la mano y hacer pública su intención de suceder a Zaldívar, refrendó el compromiso de desempeñar sus funciones en términos del marco nacional e internacional y, principalmente, conforme a la columna vertebral de nuestra encomienda constitucional: la independencia judicial.