A poco más de 10 años de haberse aprobado la interrupción legal del embarazo en la Ciudad de México, organizaciones civiles se manifestaron frente a las instalaciones de la Asamblea Constituyente para demandar que el aborto no sea contemplado en la redacción de la Constitución de la CDMX.
Integrantes de la Asociación por la Vida y por la Familia y el Frente Nacional por la Familia exigieron a los diputados constituyentes den marcha atrás a las iniciativas a favor del aborto.
Los manifestantes mostraban pancartas a los constituyentes que hacían su arribo a la vieja casona de Xicoténcatl y coreaban al unísono: coreaban “Sí a la vida… no al aborto”.
Al hacer uso del micrófono, el médico pediatra David Sánchez García, afirmó que la interrupción del embarazo es en sí un asesinato, ya que desde el momento de la concepción se forma la vida, es un ser vivo reconocido desde 1960 por la Organización Mundial de la Salud.
“Claro que debemos estar en favor de los derechos de la mujer, pero también de los derechos aquel niño que no ha nacido, que tiene derecho a vivir y a tener una familia”, agregó.
Destacó que de acuerdo a cifras de la Secretaría de Salud capitalina y Consejo Nacional de la Población en el 2008 se realizaron 880 mil abortos y extraoficialmente alrededor de un millón de interrupciones del embarazo.
“Se habla de 100 mil muertes en la lucha contra el narcotráfico y en lo que va del sexenio de otros 62 mil muertos. Se realizan más muertes por aborto en México y nadie protesta por eso y necesitamos levantar nuestra voz”, agregó el pediatra.
Al respecto, la diputada del Partido Encuentro Social, Aida Arregui Guerrero, señaló que durante las mesas de trabajo, al discutirse el tema de derecho a la Vida, sólo 4 diputados votaron por los “derechos de los no nacidos”, y serán en la sesión en donde darán la pelea.
En su oportunidad, el diputado Andrés Millán dejó en claro que trabajan en favor de la vida “y haremos todo lo posible por que en la Constitución de la Ciudad de México vamos a defender la vida y los derechos de la familia”.
En su oportunidad, la diputada constituyente del PAN, Cecilia Romero, advirtió que está latente el riesgo de que la redacción de la Carta Magna para la Ciudad de México “termine en un Frankenstein o un mal augurio para la Constitución de la capital de la República.
El escaso tiempo restante para discutir y aprobar la primera Constitución de la Ciudad de México no es problema de los constituyentes sino de aquellos que pensaron que en tampoco lapso y con constituyentes como se conformó el pleno, se podría sacar una Carta Magna basado en un proyecto realmente alejado de la realidad de la ciudad.
El hecho de que se hayan presentado más de mil propuestas de ciudadanos y casi mil iniciativas de diputados implica que a nadie le gustó el proyecto del Jefe de Gobierno. “El problema es de ellos, quién se los manda, para qué hacen un proyecto, pensando que nadie iba a plantear cosas distintas”.
Por otra parte aclaró que el PAN luchará porque se consagre el derecho a la vida en una Constitución que pretende ser de vanguardia, moderna, del siglo XXI.
Lo más lógico es que se incorporen todos los derechos y por ende, el derecho fundamental a la vida.
La política es diálogo y negociación; concertación y acuerdo. Trataremos que se considere el derecho a la vida desde la concepción, si lo logramos, me parece que será un buen inicio.
El aborto no está a discusión en la Constitución de la Ciudad de México. El aborto no es un derecho, es una excluyente de responsabilidad que se incorpora en un Código Penal y es una legislación de otro nivel.
La Constitución de la CDMX debe incorporar derechos fundamentales. Las adecuaciones, las excluyentes, los mecanismos que se empleen en cada estado en las leyes secundarias para excluir de responsabilidad bajo ciertas circunstancias a quien decida interrumpir su embarazo es una cuestión de otro nivel que no está a discusión en esta Constitución.
Dependería del Congreso de la CDMX que tiene en su caso que armonizar o adecuar la legislación secundaria. Podría quedar como un excluyente de responsabilidad ante una serie de cuestiones como una violación.
El derecho a la vida pondría en igualdad de circunstancias en la Constitución la vida de la madre y la vida del niño no nacido. Ya sería cuestión del legislador o del juzgador decidir en función de las circunstancias que se den, establecer cuál derecho prevalece sobre otro.
Esto no quiere decir que automáticamente por incorporar el derecho a la vida en la Constitución, deba eliminarse o modificarse una medida que está en el Código Penal de la Ciudad de México. Hay que recordar que en la CDMX como en cualquier otro estado, el aborto es un delito. Lo que existe en la CDMX es una excluyente de responsabilidad para la mujer que decide abortar en las primeras 15 semanas. Sin embargo en la Constitución de la CDMX no se incluye el derecho a la vida, que es el derecho preexistente, no habla bien de una constitución progresista
