PACIENTES HASTA CON 40 AÑOS DE ADICCIÓN AL TABACO LOGRAN DEJAR DE FUMAR EN CLÍNICAS DEL ISSSTE

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El 71% de los derechohabientes atendidos consiguen rehabilitarse con tratamiento integral médico, sicológico y farmacológico

A unos días de conmemorar el Día Mundial Sin Tabaco, instituido por la OMS, se presentó la conferencia de prensa “Lo que parecía imposible lo logramos en el ISSSTE: dejamos de fumar”, en la que los pacientes Angélica María Guevara Campos, de 31 años, quien inició desde la infancia como fumadora pasiva en su hogar, y Vicente Velázquez Toledano, de 57, quien fumó su primer cigarro a los 13 y pasó 40 años de vida adicto al tabaco, compartieron sus experiencias de cómo lograron rehabilitarse en las Clínicas para Dejar de Fumar del Instituto en menos de 40 días.

El doctor Eugenio Alejandro Torres Pombo, Subdirector de Prevención y Protección a la Salud de la Dirección Médica, afirmó que el tabaquismo “tiene consecuencias graves y cuesta mucho dinero a los servicios de salud”, informó que de acuerdo a la OMS el consumo de tabaco mata anualmente a 6 millones de personas, causa alrededor de 600 mil muertes prematuras y ocasiona mucho daño a la niñez, pues alrededor de 700 millones de infantes respiran aire contaminado de quienes fuman. Destacó que el ISSSTE cuenta con la red nacional más amplia de Clínicas para Dejar de Fumar y es el único en proporcionar los medicamentos de vanguardia a nivel internacional para combatir esta adicción.

Tras afirmar que el 71% de los pacientes tratados en las Clínicas del ISSSTE lograron dejar de fumar, calificó el resultado de las Clínicas de “exitoso,  pues aquí estamos hablando de que un 71 por ciento de pacientes de los 5 mil que se han atendido, se rehabilitaron 3 mil 700; lo cual es muy bueno no nada más por el número de pacientes sino por el impacto social que esto implica, estamos beneficiando indirectamente a la comunidad a la que pertenece el fumador”.

Al compartir su testimonio, Angélica recordó que empezó a los 18 años y llegó a fumar hasta 48 cigarros diarios, dos cajetillas: “con el apoyo que recibí en la clínica lo que creía imposible se me hizo algo súper fácil; tuve apoyo farmacológico, disminuyeron totalmente mis síntomas de abstinencia y ya con eso me dio mucha fuerza para decir hasta aquí y en 40 días lo logré”.

Torres Pombo destacó que el Instituto cuenta además con la certificación de 267 Edificios Libres de Humo de Tabaco e impulsa acciones de prevención y promoción a la salud que en 2016 implicaron la realización de 44 mil 124 pruebas de detección, emisión de 327 mil 748 mensajes preventivos, 269 mil 768 acciones de promoción y campañas para inhibir el consumo del tabaco y sensibilizar sobre los daños que ocasiona a la salud.

En su testimonio, Vicente, quien trabaja en la Delegación Azcapotzalco, compartió que una de sus aficiones es ser cantante imitador y a partir de que empezó a tener problemas para cantar por tos crónica e infecciones respiratorias buscó ayuda para dejar el cigarro. “Yo en realidad cuando acudí a la clínica no quería dejar de fumar porque siempre encontré en ese vicio mucha satisfacción, a mi me gustaba mucho y yo solo quería controlarlo, nunca esperé que diera tanto resultado al grado que dejé el cigarro. Nunca pensé que esto pudiera salvarme la vida”.

Posteriormente, el Dr. Alejandro Arreola Morales, neumólogo y subespecialista en Broncoscopía Intervencionista, encargado de la Clínica para Dejar de Fumar del Hospital General “Dra. Columba Rivero Osorio”, de Pachuca, Hidalgo, afirmó que la clave del éxito de estos servicios es el tratamiento integral y multidisciplinario que ofrecen a los pacientes en el que participan médicos, psicólogos, nutriólogos, odontólogos y trabajadores sociales, según requiera el paciente.

Explicó que la atención incluye tratamiento farmacológico de vanguardia (Vareniclina y Anfebutamona) de demostrada eficacia internacional como inhibidores del hábito tabáquico, muy importante para superar el síndrome de la abstinencia. La sicóloga Adriana Meza Hernández, integrante de la Clínica para Dejar de Fumar que opera en la Clínica de Medicina Familiar “Gustavo A. Madero”, comentó que se les enseña a los pacientes a manejar el estrés, realizar técnicas de relajación, valorarse a sí mismos y aprender a solucionar problemas sin la necesidad de consumir tabaco.