Padres desconocen proceso de formación educativo de sus hijos

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Un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública UVM y el Aspen Institute México “Educación básica en México: Visión del padre de familia y del maestro“, revela que de acuerdo con la percepción de los profesores de educación primaria y padres de familia, existe un contraste en la imagen que unos y otros tienen sobre el involucramiento en el proceso educativo.

En términos generales, el reporte muestra contrastes entre los padres de familia y los maestros con respecto a la educación de los niños, el ánimo con el que acuden a la escuela y poniendo al descubierto el desconocimiento de los padres sobre la dinámica escolar en la que están sus hijos y los maestros.

Maestros y padres de familia reconocen la importancia de la escuela en el proceso de formación y educación de los hijos. Sin embargo, la apreciación de lo que implica educar causa polémica entre los maestros, quienes consideran que los padres se han olvidado de una tarea fundamental: educar a los hijos con valores sólidos, ya que han depositado en las escuelas y maestros esa responsabilidad.

Los profesores sienten que en lugar de dedicarse a transmitir e instruir a los niños en las áreas de conocimiento, deben educar a los niños en valores como respeto, honestidad, responsabilidad, solidaridad, compañerismo, etc., “se sienten la guardería”.

Los padres se muestran satisfechos con la educación que reciben sus hijos y mantienen una opinión favorable sobre los maestros; lo que difiere con la opinión de expertos y datos de reportes internacionales y nacionales respecto de la calidad de la educación en nuestro país.

Por otra parte, ven a sus hijos motivados a aprender y con una actitud positiva al respecto, sin embargo, sus formadores perciben apatía, falta de interés y de motivación de los niños que, en muchos de los casos, se atribuye a los propios padres y a los contextos que rodean a los infantes.

A pesar de que los maestros sienten que las temáticas son vistas de manera superficial, agravando el rezago educativo de los niños, los papás están satisfechos con los profesores que tienen sus hijos y consideran que cuentan con las habilidades y capacidades adecuadas para manejar el grupo y motivar el aprendizaje.

En la escuela, los maestros consideran que son “magos” porque realizan la labor para la que manifiestan tener un alto grado de vocación “a pesar” de directivos, autoridades, padres y condiciones en las que imparten clases.