Este viernes el peso cerró la semana cotizando alrededor de 20.11 pesos por dólar, con una baja mínima de 0.12 por ciento o 2.4 centavos, mientras que en los últimos cinco días cotizó entre un mínimo de 20.0730 y un máximo de 20.5798 pesos por dólar, nivel no visto desde junio, antes de las elecciones presidenciales en México.
De acuerdo con Banco Base, durante los primeros dos días de la semana la moneda nacional perdió terreno, resultado de la mayor percepción de riesgo entre los participantes del mercado ante las dudas sobre la manera en que el próximo gobierno conducirá su política económica y tomará decisiones.
Esto provocó que en la primera mitad de la semana la tasa de rendimiento de los bonos M a 10 años subiera 18 puntos base, a un máximo de 9.10 por ciento, no visto desde 2008.
Subrayó que la moneda nacional se depreció a la par de una caída de los precios del petróleo, después de que el martes la cotización del West Texas Intermediate (WTI) tocó un mínimo de 54.75 dólares por barril, nivel no visto desde el año pasado.
Durante los primeros días de la semana las divisas de países productores de materias primas también registraron pérdidas, aunque de forma temporal.
La entidad financiera destacó que desde la sesión del miércoles, el tipo de cambio se estabilizó alrededor de 20.50 pesos por dólar y comenzó a bajar previo a la decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico), en donde la Junta de Gobierno decidió subir su tasa de interés en 25 puntos base a 8.0 por ciento.
Precisó que la decisión de Banxico y la postura restrictiva permitió que el peso se apreciara hacia el cierre de la semana, debido a la posibilidad de que vuelva a subir la tasa de interés en 25 puntos base el 20 de diciembre, en particular, si aumentan los riesgos al alza para la inflación como consecuencia de una mayor depreciación de la moneda nacional.