El comisionado de este circuito, Jay Monahan, consideró que el PGA Tour necesita hacer pruebas generalizadas a gran escala y evaluar a todos los involucrados.
El PGA Tour aplicaría hasta un millón de pruebas de COVID-19 para la realización de 18 torneos, entre el Charles Schwab Challenger, programado del 11 al 14 de junio, y el Tour Championship, fechado del 3 al 7 de septiembre.
Esa es una de las tantas medidas que quiere aplicar el PGA Tour para reanudar su competencia, así como jugar sin público en los primeros cuatro torneos al reanudar la gira, misma que se encuentra suspendida desde marzo anterior.
El organismo tiene el plan, de acuerdo con la información difundida por el diario británico “The Guardian”, de enviar por correo las pruebas individuales a jugadores, caddies y oficiales que estarán en cada torneo.
Además, practicará pruebas en aquellas personas que viajen vía aérea para llegar a la sede de una competencia, así como la aplicación de otras durante la semana del torneo.
Si una persona da resultado positivo cumpliría con el programa de aislamiento de 14 días, como dictan las medidas de la Organización Mundial de la Salud.
El PGA Tour estima que cada uno de los primeros cuatro torneos contaría con una asistencia de entre 700 y 800 personas entre jugadores, caddies, entrenadores, oficiales y demás personal indispensable.
El comisionado de este circuito, Jay Monahan, consideró que el PGA Tour necesita hacer pruebas generalizadas a gran escala y evaluar a todos los involucrados.