Al ser un programa exitoso en la Alcaldía Benito Juárez, el diputado Diego Garrido López presentó una iniciativa para replicar el modelo de la Universidad de la Tercera Edad en cada una de las demarcaciones en la Ciudad y garantizar capacitación gratuita en diversas materias a este sector de la población para que pueda obtener mayores ingresos.
Tras señalar que la Ciudad es la entidad federativa con el mayor número de Adultos Mayores (60 años y más) con poco más de un millón de personas (1,003,648), donde sólo el 30.8 por ciento forma parte de la Población Económicamente Activa, afirmó que existe una demanda no sólo de protección, sino para que continúen su desarrollo físico y mental.
Nuestros Adultos Mayores se encuentran en una situación cada vez de mayor vulnerabilidad al sufrir de escasos ingresos, discriminación y abandono por parte de sus familiares, por lo que es urgente brindarles herramientas que les permitan empoderarse.
El legislador panista afirmó que el envejecimiento de la población en la Ciudad es un hecho irreversible al que la autoridad debe poner atención en cuanto a servicios y acciones que garanticen los derechos a esta parte de la población.
En ese sentido, las Alcaldías están facultadas para diseñar e instrumentar políticas públicas encaminadas a promover el progreso económico, el desarrollo de las personas y la promoción de empleo.
Por ello, propuso adiciones a la Ley de los Derechos de la Personas Adultas Mayores de la Ciudad de México, en su artículo 5 y 5 bis del Capítulo II De los Derechos, a fin de establecer la competencia de las Alcaldías para el desarrollo de órganos de educación continua y formación de Adultos Mayores.
“Al cubrir oportunamente esta demanda poblacional, éste será un programa exitoso de las Alcaldías como lo es en Benito Juárez desde hace mucho, permitirá que se integre a los Adultos Mayores de manera digna a la sociedad, con la finalidad de apoyar los derechos de este sector de la sociedad”, subrayó.
La creación de una Universidad para este sector de la población, constituye una política pública de desarrollo social, con el objetivo de proporcionar a los adultos mayores un espacio no solo físico para su esparcimiento y aprendizaje, sino un espacio que ofrezca cultura, capacitación, convivencia e inclusión, a fin de promover su desarrollo físico, intelectual, pero sobre todo anímico y sicológico.
