POLÍTICA DE EXTERMINIO CONTRA EXCLUIDOS MEXICANOS, ALERTA BARRA INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

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La Barra Interamericana de Derechos Humanos (BIDH) alertó que la geopolítica y el capitalismo voraz -bajo la óptica de la economía financiarista monetarista-, han degradado al ser humano hasta pretender instaurar una política de exterminio contra los excluidos, particularmente en México. “Los que sobran y estorban en el proceso de explotación, son los que deben desaparecer”, puntualizó.

Pese a ello, manifestó su más amplia indignación en el sentido de que hoy se entiende porqué el Presidente celebró que la epidemia del coronavirus “nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la (cuarta) transformación”.

Incluso, López Obrador retó de forma incongruente a sus adversarios al afirmar: “Vamos a salir fortalecidos porque no nos van hacer cambiar en nuestro propósito de acabar con la corrupción y que haya justicia en el país”.

La Barra Interamericana de Derechos Humanos fijó, por igual, que el genocidio planetario se ha instalado por medio de la guerra biológica selectiva contra los más débiles, empezando contra las personas de la tercera edad, y el peligro-sismo que ya representan las vacunas envenenadas, implicando que se pudiesen insertar venenos de efecto postergado contra la población.

En breve análisis, la Barra Interamericana de Derechos Humanos que preside el prestigiado abogado penalista José Luis Aguirre Huerta, destacó por lo anterior, pone aún más en riesgo la salud mental de millones de personas, es decir, lo que pretende el poder financiero mundial es disminuir las neuronas humanas y crear un ejército de imbéciles funcionales, de fácil control y manipulación social.

Si bien las estrategias de los gobiernos como el de México que ha sido totalmente disfuncional, “va creando una alta gama de imbéciles funcionales que puedan ser utilizables a bajos costos operativos en la producción económica”.

El financiarismo monetarista –subrayó- ha penetrado en el estado de control planetario, disminuyendo y mermando al poder político. Se ha robustecido con la inyección de los formidables recursos provenientes de las mafias planetarias, por eso, el presidente de México, “le quema incienso y se hinca ante la representación simbólica de uno de los carteles más poderos del sistema global de la economía subterránea”, cuyo epicentro se ubica en el estado de Sinaloa.

La Barra Interamericana de Derechos Humanos discrepó en cuanto a que el presidente Andrés Manuel López Obrador, “quisiera convertir a México en una nación comunista”.

Él –subraya- es un tipo que tiene la bendición de su homólogo Donald Trump y su trabajo consiste en paliar la lucha de clases, para evitar que el conjunto de miserables se vuelque contra el estado imperialista dependiente y subdesarrollado periférico.

“Lamentablemente –agregó- el político tabasqueño jamás dejará de ser un agente títere de Trump”, que si bien debe cuidar sus intereses extranjeros, “debe forzarse en mantener el establishment”, al cual se integra un conjunto de personas, instituciones y entidades influyentes en la sociedad, que procuran mantener y controlar el orden establecido pese a que México vive una anarquía económica interna que trae en jaque a millones de conciudadanos y que podría orillarlos a una explosividad social incontrolable si el peje llegara hasta cometer un saqueo proponiendo un corralito a las cuentas de los ahorradores.