Por Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit, consultoría empresarial y banca de desarrollo.
Establecer y mantener las redes sociales es crucial para el éxito de cualquier emprendedor. Sirven como canales para explorar ideas, identificar oportunidades y aprovechar los recursos. Sin embargo, descubrir qué tipos de redes son más beneficiosas para los emprendedores aún es un enigma.
Ahora las redes sociales transfronterizas, es decir las conexiones con personas fuera del país de origen, son vitales para las personas que buscan comenzar una nueva empresa, especialmente si trabajaron en el extranjero antes de regresar a su país natal. Esto tiene importantes implicaciones para los empresarios de todo el mundo y para la economía global post-coronavirus.
Los vínculos transfronterizos son una característica de tres tipos de transferencia de conocimientos que benefician la fundación de empresas.
El primer tipo es el conocimiento novedoso o que es nuevo en un entorno de mercado determinado. Permite identificar oportunidades de mercado en países de origen que podrían ser menos perceptibles o ignoradas por alguien que carece de este tipo de conocimiento.
El conocimiento complejo, en tanto, es tácito y multifacético. Logra que los repatriados alcancen una comprensión integral de los elementos interdependientes relacionado con las empresas.
Por su parte el conocimiento relevante, o que puede aplicarse de manera útil en un entorno de mercado, genera que los retornados puedan usarlo de inmediato en la fundación de una empresa del mercado local.
Ahora, los retornados con vínculos transfronterizos tienen más probabilidades de iniciar nuevas empresas en sus países de origen, en comparación con quienes carecen de contacto con conexiones en el extranjero.
Asimismo, los retornados que permanecen en contacto semanal con contactos en el extranjero tienen 55% más de probabilidades de iniciar un negocio. Además, son más propensos a iniciar empresas con negocios a nivel mundial. Sin embargo, el efecto se debilita para los retornados en los países de origen que son institucionalmente diferentes de Estados Unidos. Al parecer este país funciona como un paradigma empresarial relevante en el emprendimiento de distintos sectores económicos.
Ahora, al restringir la inmigración y sofocar los flujos de empresarios migrantes, una práctica que se fortaleció durante la actual pandemia de Covid-19, los países pierden una fuente clave de talento global. Más aún: la reducción de la oferta mundial de empresarios podría ralentizar la recuperación económica general. El confinamiento nacionalista de recursos y talento, así como la predilección de proveedores locales para acortar las cadenas de suministro, pueden tener efectos adversos para la generación del Producto Interno Bruto local.
En un momento en el que se catapultan las empresas disruptivas, la experiencia empresarial en el extranjero puede ser una importante fuente de creación empresarial. La enseñanza crucial es que la interacción y redes cumplen un importante rol en la adopción de distintos tipos de conocimientos. La globalización debe revalorizarse en la generación de emprendimientos disruptivos.