• Provoca alteraciones metabólicas, hormonales y de salud mental; es el factor de riesgo más importante para desarrollar enfermedades crónicas
• Tiende a ser recurrente y los daños que ocasiona pueden persistir varios años después de bajar de peso; de ahí la importancia de acercar servicios a derechohabientes
• La clave es el cambio de hábitos y de estilo de vida basados en una alimentación más consciente
• Instituto cuenta con Programa de Prevención y Regresión del Sobrepeso y la Obesidad, que opera en 163 unidades médicas a nivel nacional; en 2022 proporcionó 158 mil consultas
Ciudad de México, 3 de marzo de 2023.- En el nuevo Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) está claro que prevenir y tratar la obesidad y sus múltiples causas es el reto número uno del modelo de salud preventivo, por ser el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes, hipertensión y cáncer, por lo que las acciones para reducir su impacto contribuirán a mejorar los niveles de salud de los 13.6 millones de derechohabientes, afirmó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora el 4 de marzo, informó que el instituto se suma a la estrategia del Gobierno de México de aplicar programas para atender esta problemática y sensibilizar a la población sobre el grave riesgo que implica.
El Atlas de la Obesidad 2022 https://bit.ly/3kAiwCF emitido por la Federación Mundial de la Obesidad, reporta que México ocupa el quinto lugar en prevalencia de esta enfermedad, después de Estados Unidos, China, India y Brasil, y señala que niñas y niños están cada vez más expuestos.
La evidencia científica ha demostrado que el exceso de peso provoca alteraciones metabólicas, hormonales, de salud mental y estigma social, además de ser altamente recurrente y los daños que provoca pueden persistir varios años después de bajar de peso; de ahí la relevancia para el Issste de promover estilos de vida saludable, basados en buenos hábitos alimentarios y activación física a lo largo de todas las etapas de la vida.
La Dirección Médica del Issste, a cargo de Ramiro López Elizalde, lidera el Programa de Prevención y Regresión del Sobrepeso y la Obesidad (PPRESyO) que aplica un modelo de atención multidisciplinaria en el que participan personal médico, especialistas en nutrición y activadores físicos, con el objetivo de brindar un plan de atención personalizado para ayudar a recuperar el peso ideal y con ello reducir riesgo de enfermedades, discapacidad o muerte prematura.
Este programa funciona en 160 unidades médicas del instituto a nivel nacional y tan sólo en 2022 brindaron 158 mil tres consultas de nutrición, de las cuales 51 mil 103, que representan 32.3 por ciento, fueron de primera vez y el restante 67.7 por ciento, subsecuentes. Del total de consultas proporcionadas, siete mil 110 (4.5 por ciento) fueron para menores de 20 años, 90 mil 156 (57.1) para derechohabientes entre 20 y 59 años y 60 mil 737 (38.4 por ciento) para pacientes mayores de 60.
La nutrióloga responsable de PPRESyO en la Clínica de Medicina Familiar (CMF) “Santa María” de la Región Zona Norte del instituto en la Ciudad de México, Meztli Flores Ibarra Granados, señaló que el programa, además de impactar en beneficios para el bienestar de los pacientes, contribuye en el mediano y largo plazo a reducir costos institucionales en salud.
“Una persona que está controlada y que vive con diabetes, reduce mucho la cantidad de sus medicamentos; por ejemplo, insulinas. De la misma forma, el que vive con obesidad tiene muchas situaciones de enfermedades como artrosis, ortopédicas, etcétera, y eso también ayuda a disminuir gastos en cirugías de alto impacto como de rodilla o pies. Entonces, sí nos ayudaría como institución a bajar esos costos de alto impacto.”
Destacó que “la clave para tratar estos padecimientos es el cambio de hábitos y de estilo de vida basados en una alimentación más consciente, en el que se puede bajar de peso gradualmente sin tener que dejar de comer y sin sentirnos agobiados o presionados”.
En este servicio se les apoya para que aprendan a hacerlo de manera saludable, los pacientes reciben un plan de alimentación personalizado tomando en cuenta horarios, actividades, tiempo de descanso, gustos y alimentos preferidos, accesibilidad económica, periodos de ayuno y retribución emocional de lo que come.
Le dotamos de las herramientas para ir paulatinamente cambiando de hábitos y lograr que repercutan en un estilo de vida saludable y, sobre todo, reduzca riesgos de enfermedad, concluyó.