Los dirigentes nacionales de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Claudia Ruiz Massieu, y Acción Nacional (PAN), Marcelo Torres Cofiño, anunciaron que ya evalúan la posibilidad de impugnar la consulta para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
En entrevista televisiva para el noticiario Despierta con Loret, Ruiz Massieu Salinas refirió que con mucha anticipación levantaron la voz sobre la realización de la consulta que consideran que fue un ejercicio inconstitucional, ilegal, no imparcial ni objetivo.
Lo más grave, expuso, serán las consecuencias, no sólo en términos de conectividad y empleo, sino en credibilidad del país y de estabilidad.
Opinó que es preocupante utilizar un ejercicio diseñado para empoderar a la ciudadanía, para evadir responsabilidades con fines políticos y de popularidad.
Ruiz Massieu destacó que preocupa la manipulación a la ciudadanía y a quienes participaron, ya que se ofreció información parcial y tendenciosa, además de que fue ejercicio de partido que pone en entredicho un proyecto de infraestructura trascendente para el futuro de México.
La presidenta del PRI agregó que las consultas son valiosas, pero deben cumplir con la ley cuando se realizan, a fin de no poner en duda la credibilidad, estabilidad y continuidad del Estado mexicano y sus instituciones.
Torres Cofiño, dirigente nacional del PAN, adelantó que su partido ha convocado a una mesa de abogados para buscar una ruta jurídica, a fin de revertir el resultado de la consulta del nuevo aeropuerto.
Precisó que sin temor a equivocarse, la consulta fue un ejercicio antidemocrático, cuestionado, simulado, y sin representatividad, que arroja un gran perdedor: México.
Sostuvo que este ejercicio violó lo establecido en al artículo 35 de la Constitución, por lo que consideró que se trató de un fracaso, un engaño y una manipulación de la ciudadanía.
Estimó que los impactos para la economía será duros y los primeros se verán reflejados en una depreciación del peso con respecto al dólar, se generará una espiral inflacionaria, y aumentarán combustibles, tasas de interés, créditos para la adquisición de bienes de consumo duradero e hipotecarios.