Con el propósito de exentar del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la adquisición de bienes tangibles e intangibles para cubrir necesidades del desarrollo y educación de personas con discapacidad y con el Trastorno del Espectro Autista (TEA), la diputada Verónica Beatriz Juárez Piña propuso modificaciones a la ley de este gravamen.
En un comunicado, la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que envió una iniciativa de reforma a los artículos 9 y 15 de la Ley del IVA, a la Comisión de Hacienda y Crédito Público, que además plantea que no se pague ese impuesto por la prestación de servicios profesionales de atención especializada a esta población.
“Requerimos como legisladores apoyar el logro del desarrollo de la vida social y a la búsqueda del bienestar de nuestra población discapacitada, especialmente de las personas autistas, así como de las y los más desprotegidos y vulnerables”, señaló.
En su iniciativa refiere que no existen datos oficiales en el país sobre el número de niñas y niños mexicanos que viven con autismo. Sin embargo, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año habrá seis mil nuevos casos, y que uno de cada 160 niños vive con algún tipo de TEA.
En el mundo, detalla, cada 17 minutos nace un niño con esta condición y cada año se diagnostican más casos de ese trastorno, que de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), cáncer y diabetes infantil.
Refiere en su propuesta que las instituciones que atienden a personas con TEA son insuficientes o incosteables para dar cobertura total, por lo que es necesario disponer de una amplia red de apoyo social, familiar y gubernamental que coadyuve y fomente su participación e inclusión.
Por ello reconoce que la familia desempeña una función relevante en la asistencia y apoyo a estos infantes, aportando recursos tangibles, como juguetes y material didáctico, e intangibles, como atención médica especializada y terapeutas físicos, del lenguaje y comunicación, pero a costa de mermar su economía.
Advierte que la sociedad no está preparada para convivir con niñas, niños, adolescentes o adultos con algún tipo de trastorno del desarrollo, y por ello se les debe visualizar con más atención para dar una solución urgente y lograr la integración social e igualdad.
Los mexicanos con esta condición “encuentran barreras de todo tipo para su integración y participación en igualdad; sus derechos se ven restringidos en todos los ámbitos: educación, empleo, salud, participación política, protección social y acceso a la justicia, entre otros, y sufren en mayor grado marginalidad, exclusión y pobreza”.