Ante el exorbitante número de llamadas falsas o de broma a los servicios de emergencia –entre ellos el 911–, que se incrementan en las vacaciones y propician la movilización de policías, bomberos, paramédicos o personal de protección civil, lo que implica un riesgo en la protección de vida de otras personas y genera un gasto oneroso e innecesario, el diputado Juan Romero Tenorio propuso modificar el Código Penal Federal para que dicha conducta sea sancionada, incluidos los menores de edad.
“Las llamadas falsas a los números de emergencia no son una broma de mal gusto, sino una conducta que debe ser prevenida y castigada para garantizar la protección de todos los mexicanos”, recalcó el legislador federal de Morena.
Derivado de ello, planteó homologar las sanciones en toda la República Mexicana, con el fin de que se castigue con penas de seis meses a dos años de prisión y hasta 500 días de Unidad de Medida y Actualización (UMA) a quien realice una llamada falsa o de broma, lo cual se incrementaría si la llamada provoca un daño o accidente, al igual que en caso de reincidencia.
Aclaró que en caso de que el infractor sea menor de edad, se sancionará de acuerdo con lo que establece la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
Romero Tenorio dio a conocer que durante el primer semestre de 2017 se recibieron más de 61 millones de llamadas al teléfono de emergencia 911, de las cuales 89 por ciento resultaron falsas y solo 11 por ciento fueron reales.
A esto, señaló, se suman las llamadas improcedentes que si bien no constituyen un delito, llegan a registrarse hasta unas 12 mil 500 al día, que también generan la movilización infructuosa de los cuerpos de seguridad.
El diputado federal capitalino resaltó que aunque no se tiene una cifra precisa sobre el gasto que implica para los cuerpos de emergencia atender una llamada falsa, citó que en el caso de la Cruz Roja se pierden alrededor de tres mil 500 pesos por la movilización de una ambulancia.
“Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, las llamadas falsas o de broma se incrementan de manera considerable en temporadas vacacionales, debido a que los niños y jóvenes se divierten con ello, sin estar conscientes de lo que eso implica”, recalcó.
Ante esa conducta, consideró que también es necesario fincar la responsabilidad de los padres para que asuman la educación de los hijos sobre la importancia y operación de los sistemas de emergencia.