Cuando decidimos emprender un negocio digital, es importante tratar de blindar los cobros que realicemos mediante tecnologías que aseguren el correcto manejo de los datos bancarios tanto de los clientes como de los fondos propios. Aunque se pudiera pensar que evitar los fraudes no siempre está en nuestras manos, existen medidas para fortalecer la integridad económica del proyecto.
De acuerdo con el estudio ‘2018 True Cost of Fraud’ (‘El Verdadero Costo del Fraude 2018’) de la firma Lexis Nexis Risk Solutions, las consecuencias del fraude en México son altas para quienes ofrecen servicios de comercio electrónico y venden productos de forma digital: se estima que una transacción fraudulenta, genera un costo en realidad de 3.39 veces el monto original de la transacción perdida.
Para Lexis Nexis, en el caso del comercio desde smartphones los navegadores web móviles son la interfaz más utilizada para realizar compras por internet (97% de prevalencia), le siguen las aplicaciones móviles desarrolladas por terceros (67%) y las apps de marca (59%). En este punto, hay que tener en cuenta que es posible que los navegadores web móviles no siempre son seguros si faltan ciertas características de seguridad que sí se encuentran comúnmente en las versiones de escritorio.
En este sentido, PayPal, entre las 10 marcas más confiables en cuanto a privacidad año tras año de acuerdo al estudio realizado por el Ponemon Institute, es una opción viable para proteger la seguridad y privacidad de los movimientos de dinero y de la información personal y financiera de compradores y vendedores.
Esto es gracias a sus modelos y algoritmos enfocados a proteger a los usuarios y negocios, que han evolucionado en los últimos 15 años, casi de manera diaria. Asimismo, posee servidores seguros, soluciones de recuperación y respaldo, así como protección de datos.
PayPal busca hacer uso de lo último en tecnología, con un fin máximo: proteger la información de sus clientes. Además cuenta con equipos dedicados a la búsqueda, detección, alto y prevención de actividades fraudulentas.
Entre las recomendaciones que los comercios pueden hacer para evitar caer en este tipo de actividades es mantener una “lista de contactos prohibidos” para llevar un registro que contenga: nombres, direcciones de envío, correos y teléfonos.
Otra práctica que es útil es contar con un proceso de geolocalización de IP, este brinda a los negocios online la posibilidad de reducir el fraude de tarjetas de crédito en función de la ubicación donde se utilizan. Además, en el caso de estar sufriendo un ataque informático o de spam ilegal, un administrador puede saber desde dónde se está realizando la acción.
Otra herramienta es la verificación de velocidad que consiste en la frecuencia o número de pagos realizados en un periodo específico de tiempo. Ejemplo: cinco pagos de $500 MXN con una frecuencia entre ellos de segundos o minutos.
Es importante estar atento a:
Comprador único utilizando varias cuentas para una sola compra.
Comprador nuevo que compre varios artículos costosos.
Tendencias de compradores nuevos.
Retrasar los envíos de pedidos nuevos para artículos costosos y con alta incidencia de fraudes, también es una práctica que podría ayudar al comercio a detectar si una persona tiene intenciones fraudulentas mediante la urgencia de buscar recibir su mercancía. Es importante estar pendiente de direcciones iguales o similares.
En algunos casos los estafadores son del mismo lugar o tienen la misma dirección pero con cambios mínimos. Por ejemplo, si el negocio tiene como método de pago a PayPal podrá recibir notificaciones en el momento en que los modelos de fraude determinan que un pago de la plataforma es potencialmente fraudulento. Estos avisos le pedirán al comercio que no realice el envío y que proporcione información adicional acerca del pago.
Por último, invertir en un sólido equipo de Servicio de atención al cliente es uno de los pasos principales. Ellos pueden detectar una acción sospechosa al momento de hablar con el comprador y contar con la información de contacto en caso de que se requiera responder a controversias y/o reclamaciones en tiempo y forma.
Además de apoyar con el crecimiento del negocio al proporcionar información detallada del producto o servicio que se desea adquirir, coordinar un envío, establecer de manera clara las políticas de reembolso o devolución, por mencionar algunas.
En tiempos en los que los defraudadores del comercio electrónico están muy bien organizados, tienen muchos más recursos que antes y una mayor facilidad de acceso a datos para cometer delitos y perfeccionar sus técnicas, hay que prevenir y fortalecer las herramientas de seguridad por todas las formas posibles.